La ansiedad deja a España sin Juegos

Perderse los Juegos Olímpicos. Ese fue el pensamiento que como una losa se instaló en las mentes de las jugadoras españolas en el encuentro contra Croacia. En caso de derrota, las de José Ignacio Hernández serían eliminadas del Eurobasket y tendrían imposible disputar el Preolímpico reservado para los cinco mejores equipos del torneo. Una reflexión que nubló el juicio de las españolas y agarrotó sus cuerpos desde que se inició un partido complicado desde su partida. Sus rivales, reconocida su inferioridad teórica y sin los nervios de la responsabilidad, se aplicaron sin matices a su estrategia de bloqueos directos y juego exterior. Premisas básicas y el riesgo de un mal día en los tiros lejanos, pero a medida que fueron encestando triples las balcánicas prolongaron la ansiedad de la selección española.

Las de José Ignacio Hernández se enfrentaban a una táctica tan sencilla como clara, pero respondieron con un planteamiento obtuso, enrevesado y con los nervios como motor. Así, España confundía la aceleración con la precipitación, Sancho Lyttle no podía ayudar en la zona por sus problemas físicos y ninguna jugadora conseguía la iniciativa que estaría destinada a Amaya Valdemoro de haberse recuperado de su lesión. Incluso Alba Torrens, máxima referencia en ataque, trataba de asumir el papel de conductora pero con unas estadísticas terribles para su equipo: ninguna canasta en juego de sus 13 intentos.

Con esta situación las croatas fueron aumentando su ventaja mientras los porcentajes de triples se mantenían (6/12 al descanso) gracias a la buena dirección de Sandra Mandir (24 puntos, siete rebotes y tres asistencias). Solo los buenos momentos de España en defensa permitieron varias remontadas y algunas ventajas parciales (24-32) que se perdieron en la ceguera de la dirección y en una sucesión de jugadas desesperadas como si cada una fuera la última.

Ni siquiera aprovecharon al inicio del tercer cuarto la temprana quinta falta personal de Ivankovic (12 puntos y cuatro rebotes), seguida por cuatro pérdidas de balón en cinco ataques. Otro regalo desperdiciado en el torneo.

Ciegas en ataque

A pesar de la incapacidad de las españolas para dominar el partido, las opciones se mantuvieron hasta los últimos tres minutos (63-61). Ese último período acusó la sensación de agonía, con la única esperanza de la rabia como réplica y con una palpable la falta de soluciones en ataque. La estadísticas demuestran esta mala selección de tiro al comprobar que lanzaron en juego 79 veces frente a los 58 intentos de sus rivales para conseguir solo una canasta más.

La ceguera facilitó el trabajo de las croatas ante su inesperada posibilidad de acceder a cuartos de final, situación en la que se manejaron con soltura y mejor gestión del ambiente a pesar de sus 24 pérdidas de balón. España corrió a llamar a sus veteranas Laia Palau, Elisa Aguilar y Lucila Pascua, quienes habían mantenido el tipo durante el duelo, pero la precipitación se acrecentó y la decepción se consumó. El acierto de las balcánicas en los tiros libres (80%) impidió cualquier posibilidad real de acercamiento.

Con este resultado España se despide de Polonia sin hueco entre los ocho primeros clasificados después de llegar como aspirante al oro. Además, el fracaso suma el daño colateral de la ausencia olímpica, ya que solo las selecciones clasificadas entre el segundo y el quinto puesto tienen derecho al Preolímpico.