Tras los pasos del religioso español Martínez de Compañón y la cultura Moche

Es la aventura que marcará un antes y un después en sus vidas. La Ruta Quetzal BBVA 2011 ya está en marcha. En esta ocasión, en su vigésimo sexta edición, viaja a Perú a seguir los pasos de Baltasar Jaime Martínez de Compañón, que a finales del siglo XVIII, como obispo de Trujillo, desarrolló un amplio trabajo de recogida de curiosidades y antigüedades del norte del país. Allí, encontró innumerables vestigios de la cultura Moche, que entre el siglo I y el VIII fue una de las civilizaciones prehispánicas más robustas, complejas y sofisticadas.

La expedición continuará por España y Portugal, durante su segunda etapa, para conmemorar el Quinto Centenario del nacimiento del explorador Francisco de Orellana. Será un viaje de treinta y cuatro días en los que convivirán el estudio y la aventura. Los ruteros, un total de 225 de 51 países seleccionados por sus excelentes expedientes académicos o por los brillantes trabajos (históricos, literarios, musicales o artísticos) presentados, asistirán a conferencias, recibirán clases magistrales, dormirán en tiendas de campaña, en plena selva, a 3.000 metros de altura y visitarán importantes restos arqueológicos y artísticos. Pero, sobre todo, aprenderán a convivir y compartir. Españoles, europeos y latinoamericanos de 16 y 17 años. Todo ello liderado por el aventurero navarro Miguel de la Quadra-Salcedo, artífice de este programa declarado de interés cultural por la UNESCO.

La expedición ha partido hoy desde Barajas rumbo a Lima. Ni que decir que los nervios se adivinaban en los rostros de los ruteros. Nervios e ilusión a partes iguales. Les esperaba un largo vuelo de 12 horas. Pero nada comparable a las semanas previas al inicio de esta aventura. Se les han hecho muy largas. Han soñado tantas veces con ser ellos los protagonistas de esta gran aventura que ahora, llegado el momento de calzarse las botas y echarse la mochila a la espalda, no acaban de creérselo. Durante un mes les dará tiempo a amar, llorar, odiar y reír. Hacer amigos para siempre y amores que perecerán con el verano. El vuelo de Air Europa terminará por convencerles de que esta historia es real y que ya ha empezado. Lima es el primer destino, en el que la expedición pasará los tres primeros días, para continuar después por Huacho, Trujillo y Chiclayo, en el norte del país. Allí se sumergirán en la cultura Moche. Para conocerla, visitarán las Huacas del Sol y de la Luna, las tumbas reales del Señor de Sipán y la ciudad arqueológica El Brujo. Desde allí, viajarán a las selvas amazónicas del Valle del Río Marañón y la ciudad de Cajamarca. El grupo atravesará la cordillera de los Andes y se desplazará aún más hacia el Oriente, en la unión del Bosque Nuboso con la cuenca alta del Amazonas, para conocer las culturas Cachapuyas y Chachapoyas, una zona en la podrán admirar la catarata de Gocta, de 711 metros de altura; la fortaleza de Kuélap o las tumbas Chachapoyas de Karajía y Ciudad de los Muertos.

Ruta española

La expedición volará de regreso a España. Tras ser recibidos por los Reyes y visitar Madrid, los ruteros llegarán a Navarra. Conocerán Fitero, donde celebrarán la beatificación del religioso Juan de Palafox, nacido en esa localidad ribera y que fue obispo en México. También se desplazarán a Cabredo (Tierra Estella), localidad natal de Martínez de Compañón. También conocerán las ruta de los Dólmenes en Urbasa, donde acamparán.

De Navarra, la expedición hará una breve incursión en Gipuzkoa. En el puerto de Pasajes, embarcarán en una nave de la Armada Española para recalar en Bilbao. En el Valle de Ayala, entre Quejana, Sodupe y Gordejuela, los ruteros descubrirán los bosques de hayas y sus hojas de color morado. En San Juan de Muskiz, frente a la playa de Pobeña en la que acamparán, los jóvenes conocerán la historia de Juan Francisco de la Bodega y Quadra, pariente de Miguel de la Quadra-Salcedo y que fuera oficial de la Armada Española. Éste navegó desde el puerto de San Blas, en México, entre 1774 y 1788, exploró la costa del Oceáno Pacífico llegando hasta Alaska, dando nombre a la isla de Vancouver. La Ruta Quetzal BBVA hará también una visita a la refinería de Petronor en Vizcaya.

El recorrido marítimo recalará después en Cantabria para conocer la Cueva de El Soplao y descubrir la resina fósil convertida desde hace millones de años en lágrimas de ambar. Tras cruzar los Picos de Europa navegarán hasta Marín, en Pontevedra, para terminar en Lisboa, cabeza de puente entre los siglos XV y XVII para descubrimientos en África, América y Asia. Desde la capital portuguesa, la ruta emprenderá recorrido por carretera hasta la localidad extremeña de Trujillo, donde nació el descubridor Francisco de Orellana. Allí se conmemorará el quinto centenario del nacimiento de este extremeño quien se trasladó a Perú en 1527 para participar en la conquista del imperio Inca y descubrió el río Amazonas en 1542. La expedición terminará su largo periplo en la Universidad Complutense de Madrid, en la que se realizará la entrega de diplomas y se clausurará el programa académico