Si la norma se aplicara a los hombres, resultaría al menos sorprendente ver al enorme Sofoklis Schortsanitis con body. / Archivo
polémica normativa

¿Cancha de baloncesto o pasarela femenina?

La FIBA decide que las jugadoras que disputen la Euroliga la temporada que viene vistan, para que resulten más atractivas, equipaciones tan ajustadas al cuerpo que se asemejarán o directamente serán bodys

MADRID Actualizado: Guardar
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La imagen de Jonh Stockton está unida a su pantalón corto y discretamente ceñido, estilo 'ochentero', mientras que los de su compañeros se iban alargando hasta superar la rodilla y anchando varias tallas por encima de la real según pasaban las temporadas. Ahora es habitual ver en cualquier cancha del mundo a jugadores que tapan sus piernas totalmente entre la tela de sus pantalones y de sus medias.

La FIBA ha decidido que el baloncesto femenino siga el camino inverso y ha presentado una nueva normativa para que las jugadoras que disputen la Euroliga la temporada que viene vistan equipaciones tan ajustadas al cuerpo que se asemejarán o directamente serán bodys. La polémica se ha desatado por considerar muchos sexista la medida, que pretende, según la federación internacional, hacer las uniformes deportivos más atractivos.

Los detractores de la decisión del organismo, como la Asociación de Jugadoras de Baloncesto (AJUB), critican que la norma se aplique a las chicas y no se planteen igualmente para los hombres. Pero la FIBA no ve tan atractivo ver correr sobre las canchas con mallas ceñidas y camisetas ajustadas a sus curvas a mastodontes como el recién retirado Shaquille O'Neal o el griego Sofocles Schortianidis, pero sí se lo plantea para la estrella de la selección estadounidense Diana Taurasi o la jugadora-modelo española Cindy Lima.

Algunos equipos como el Bourges francés o selecciones como Australia (pionera ya a finales del siglo pasado) o Brasil ya se pasaron al body sin esperar a la obligatoriedad de una normativa. Incluso España o Japón vistieron este tipo de modelo en algún torneo internacional al principio de la década. La internacional Laia Palau, que ya ha jugado con modelos como los que se quieren imponer, entiende que "algunas chicas puedan sentirse incómodas" y admite que, "al principio, te sientes un poco en pelotillas".

Las quejas no vienen por la estética o no de un diseño más ajustado, sino por la obligatoriedad en la categoría femenina escudándose en una justificación que poco se ciñe al deporte. En algunas disciplinas, como el voleibol o su variante del voley playa, se han aplicado medidas similares pero se establecen de manera similar tanto en categoría masculina como en femenina (aunque es verdad que en la segunda la vestimenta es más ajustada que en el caso de los chicos). En otros, como el badminton, la federación pertinente ha debido dar marcha atrás a su decisión de imponer la falda como obligatoria para aumentar la popularidad del juego ante las protestas de potencias dominantes como China, India, Malasia o Indonesia.

Incluso en el fútbol sus dirigentes sugirieron la idea que ahora ha decidido adoptar el baloncesto. Así, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, lanzó el ‘globo sonda’ en 2004 basándose en que así se llamaría la atención sobre una cagoría de un deporte eminentemente masculino, pero solo recibió mensajes opuestos a la iniciativa y desde entonces no se ha vuelto a plantear seriamente algo parecido.