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Cristiano alcanza a Zarra y Hugo en El Madrigal

El portugués firmó un doblete a balón parado, con un impresionante disparo en el tiempo añadido para sumar 38 goles oficiales y asegurarse el 'Pichichi' y la Bota de Oro

VILLARREAL Actualizado: Guardar
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Cristiano Ronaldo ya es leyenda viva de la Liga española. Con 38 goles oficiales, alcanzó a Zarra y Hugo Sánchez en El Madrigal, aunque el periódico que otorga el 'Pichichi' ya concede 39 al delantero portugués, que tiene asegurado el título de máximo goleador del campeonato y también la Bota de Oro europea.

El insaciable Cristiano -nueve goles en los tres últimos partidos- entró en la historia de la competición con un doblete fabricado a balón parado, y aunque en su primer libre directo Diego López reaccionó tarde, el que cerró el marcador en el tiempo añadido fue impresionante. La hazaña de Cristiano se produjo en el último momento, con un disparo espectacular que no pudo ver el portero exmadridista del Villarreal, víctima de la ambición y descomunal pegada del futbolista más caro de todos los tiempos.

Él era el único interés que tenía el partido y aunque Cristiano decepcionó en jugada, no perdonó con sus lanzamientos de falta. 'CR7' acaparó toda la atención de un partido cómodo del Madrid en la primera parte que se le complicó en la segunda al equipo de José Mourinho por su excesivo conservadurismo y falta de juego, pensando solo en defender y golpear al contraataque. El primer gol de los blancos llegó en una contra, y los otros dos a balón parado. Suficiente para Cristiano, y también para el Madrid, que descansará hasta que el miércoles juegue en Murcia un amistoso por las víctimas de Lorca.

Pudo jugar el Madrid con relativa tranquilidad en la primera parte, mandando en El Madrigal, con el balón en su poder y con paciencia, aunque antes de abrir el marcador se llevó, tras un gol anulado al Villarreal por fuera de juego, el segundo susto por una salida en falso de Casillas ante Rossi. Sin embargo, el incansable todoterreno Pepe se encargó de salvar al Madrid. Solo dos minutos después, y tras un córner del Villarreal, el mortal contragolpe madridista culminó con el gran tanto de Marcelo al elevar sobre Diego López. No generaron sin embargo los blancos demasiadas ocasiones, porque el Villarreal estuvo sólido atrás y mantuvo a raya a los delanteros madridistas. Sin Özil ni Di María en el once en el que entró Kaká para intentar revalorizar al decaído brasileño, Cristiano entró principalmente por la izquierda, aunque como es habitual en él se movió por todo el frente de ataque.

Atrás, sin balón

Esta vez, sin embargo, Cristiano cayó demasiado en el fuera de juego y aunque sus compañeros quisieron ayudarle, sin abusar de buscarle, no le llegaron demasiados balones. Tampoco pudo intentar muchos remates, aunque desde el inicio ya se pudieron comprobar sus ansías por marcar. En su gol colaboró Diego López, porque aunque el portugués le pegó duro en su disparo de falta, el portero gallego pudo hacer mucho más.

En solo cinco minutos, dos goles blancos y uno de quien se esperaba. Después se temió lo peor, cuando se le vio cojear tras un encontronazo con Senna, aunque se recuperó y lo que pudo ser más grave se produjo en el segundo tiempo, con un enfrentamiento de Cristiano con Marchena, ya que el portugués reaccionó de mala manera agobiado por el sevillano en el medio campo, aunque la acción se zanjó sin tarjetas. Sí que perdonó en ese período el árbitro la expulsión a Cani, cuando el mismo que lanzó una botella a Mourinho en el Bernabéu se atrevió a empujar al línea en una protesta y se llevó una amarilla.

Esa segunda mitad se animó y fue favorable al Villarreal después de que Cani redujese distancias en el inicio en una gran internada de Mario, que se aprovechó de la poca concentración de la defensa blanca. El Madrid dejó de atacar, prefirió, como es de su gusto, resguardarse y esperar su oportunidad a la contra, mientras que el Villarreal sí que mostró mucha más ambición y también peligro.

Las entradas de Di María y Özil no dieron otro aire al Madrid, excesivamente retraído y permitiendo jugar y llegar al Villarreal, que rozó el empate, como ocurrió con un lejano trallazo de Mario que salió lamiendo el palo y otro balón que se paseó casi por la línea de gol sin que llegase nadie. Mientras tanto, en un par de oportunidades aisladas, hubo otro gol anulado, a Özil, por presunto fuera de juego, y como no podía ser de otra manera, Cristiano tuvo otra, pero una mano genial de Diego López impidió en ese momento que el portugués aumentase su cuenta, aunque su espectacular trallazo final con la derecha ya fue imparable para el gallego. En el Bernabéu debe disponer 'CR7' de bastantes más ocasiones frente al Almería.