ELECCIONES 22-M

Rajoy acusa a Cascos de volver a la política para «satisfacer» su deseo personal

El alcalde de Oviedo califica al ex número dos del PP de "ingrato y arrogante" por creer que el partido le debía algo

OVIEDO Actualizado: Guardar
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Nadie pronunció su nombre ni mencionó sus apellidos, pero todas las alusiones le tenían como claro destinatario. Francisco Álvarez-Cascos recibió hoy en Oviedo los reproches más hirientes de los que hasta hace cuatro meses eran sus compañeros de militancia en el PP.

Mariano Rajoy, hasta ahora, había intentado pasar de puntillas por el tema Cascos, uno de esos asuntos espinosos que el líder del PP deja macerar hasta el límite para exasperación de los suyos. Sin embargo, finalmente ha tenido que coger el toro por los cuernos, ante unas encuestas que marcan claramente que Álvarez-Cascos logrará más votos de los que sus asesores le habían vaticinado.

"Ni España ni Asturias están para experimentos ni para satisfacer los deseos personales de nadie, esto es una cosa muy seria", sentenció Rajoy en clara referencia a Francisco Álvarez-Cascos, su ex compañero en el Consejo de Ministros durante los gobiernos de José María Aznar. "Asturias está muy por encima de los intereses personales de nadie, por eso apoyamos a Isabel Pérez Espinosa como nuestra candidata", enfatizó el líder popular.

Más lacerantes se mostraron dos de los hombres claves en el polémico resurgir de Francisco Álvarez-Cascos. Y es que tanto Ovidio Sánchez como Gabino de Lorenzo, presidente del PP de Asturias y alcalde de Oviedo, respectivamente, apoyaron inicialmente el retorno de Cascos a primera fila al principio de 2010, pero meses después le retiraron su apoyo dejando en un aprieto a la dirección nacional del PP.

De Lorenzo arremetió contra el candidato de Foro Asturias y antiguo compañero de fatigas al asegurar que "aquel político que crea que el partido le debe algo a él es un ingrato y un arrogante". Un desplante que completó al defender que aquel político que crea que no debe nada a su partido, "está radicalmente equivocado y los ciudadanos se lo harán pagar" en las urnas.

Ovidio Sánchez, por su parte, calificó a Cascos y a los suyos de "falsos profetas" por vender el cambio en Asturias en "quince días", pero "sin pagar sus impuestos" en el Principado, del que Cascos ha estado muchos años ausente.

Curiosamente, el rival del PP en las urnas, la candidata Isabel Pérez Espinosa, no siguió el mismo guión que sus avalistas políticos y centró su crítica contra el PSOE

Con historia

Rajoy, ante los más de 2.500 asturianos presentes en el acto, quiso recordar la historia del PP, "un partido que nació en la década de los setenta y que es fruto del esfuerzo de muchos dirigentes". Un claro mensaje para aquellos que piensan que Álvarez-Cascos tuvo una participación decisiva en los éxitos del PP y que, por lo tanto, no se merecía este final.

Rajoy enfatizó, por primera vez en lo que va de campaña electoral, que el PP es la formación con mayor número de militantes de España y que es la única alternativa para lograr el cambio político en España y Asturias. Hizo un guiñó de cara al futuro, al asegurar que si el llega a la Moncloa e Isabel Pérez-Espinosa lograba vencer en el Principado, "las cosas le irán mucho mejor a Asturias".

Por ello pidió a los asturianos que no dividan el voto del centro derecha, porque eso sería "tirarlo a la papelera", y que apuesten "por una gran fuerza política como es el PP"

El 30 de diciembre de 2010, la dirección nacional del PP deshojó finalmente su peculiar margarita con espinas y nombró a Isabel Pérez Espinosa como candidata al Principado de Asturias en detrimento de Francisco Álvarez-Cascos. Cuarenta y ocho horas después de esta decisión, el que fuera número dos de José María Aznar, tanto en el Gobierno como en el partido presentó su baja como militante del PP. El ex secretario general del PP comenzó entonces una carrera en solitario que le ha llevado, en apenas cuatro meses, a convertirse en candidato a la presidencia asturiana al frente de Foro Asturias. Un paso que pilló por sorpresa a la dirección nacional del partido, que esperaba una tormenta pasajera y que se ha encontrado con un rival que le puede impedir gobernar esta comunidad, feudo socialista desde hace más de 30 años.