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Miles de culés abarrotan Canaletas

Guardiola y Rosell se suman al dolor de las familias en Lorca

Barcelona Actualizado: Guardar
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El tres de tres, la tercera Liga consecutiva conquistada por el Barça de Guardiola, se celebró este miércoles por todo lo alto, al nivel de la gesta deportiva lograda por el equipo culé. Los aficionados azulgrana empiezan a estar acostumbrados a festejar títulos, pero el campeonato liguero de este año tenía un sabor especial: Mourinho se sienta en el banquillo rival y desde ciertos ámbitos de Madrid hasta se ha acusado al Barça de doparse y de contar con los favores arbitrales. Por todo ello, los blaugrana tenían más ganas que nunca de arrebatarle la Liga al Madrid.

Esta mezcla de alegría y el deseo de rendir cuentas con los blancos invadieron la fuente de Canaletas, abarrotada de gente desde que Paradas Romero pitó el final del partido en el Ciudad de Valencia. Unas 70.000 personas, según las previsiones iniciales de la Guardia Urbana, se echaron a la calle en la capital catalana y miles lo hicieron en otros puntos de la geografía catalana bajo un grito unánime de aliento a los suyos y de rechazo a la parroquia merengue. Una vez más, la orquesta forofa culé interpretó los clásicos de siempre ("Boti, boti, boti, madridista el que no boti"; "Madrid se quema, se quema Madrid"; "Oh, le, le, le, oh, la, la, ser del Barça és al millor que hi ha"; "Madrid, cabrón (o llorón en la versión 'light'), saluda al campeón"; o "Sí, sí, sí, la Liga ya está aquí"). Y estrenó también nuevos cánticos, acuñados durante la serie de cuatro enfrentamientos consecutivos del clásico Barça-Madrid. En este apartado, Mourinho, que sucede a Figo como el merengue más odiado de Cataluña, se llevó la palma: "Vete al teatro, Mourinho, vete al teatro"; "¿Por qué?, ¿por qué?, ¿por qué", así como alguna que otra lindeza.

En medio de la euforia y la alegría, el presidente del Barça, Sandro Rosell, y Pep Guardiola pusieron el contrapunto sereno y respetuoso de la jornada y antes de empezar la celebración tuvieron un sentido recuerdo a las víctimas del terremoto de Lorca, se sumaron al dolor de las familias y desearon la pronta recuperación de los heridos. "Es la noticia mala del día. Ha sido una desgracia", afirmó el entrenador azulgrana. "Espero que las familias recuperen la normalidad lo antes posible", señaló.

En las calles, mientras, los culés no dieron ni un minuto de descanso al eterno rival, ni tampoco al icono de sus celebraciones, la fuente de Canaletas. Reparada tras los desperfectos que sufrió durante la algarabía que se produjo tras la clasificación para la final de la 'Champions', que se saldó con 20 heridos y otros tantos detenidos, el viejo surtidor tuvo que aguantar a los más atrevidos que se subieron sobre sus lomos hasta su punto más alto, donde tiene unas farolas.

Las vacaciones se han acabado para la fuente barcelonesa. El segundo título del año no está lejos y vela armas para la cita de la temporada: la final de la Liga de Campeones, la madre de todas las celebraciones. Esa será otra fiesta. La de este miércoles se prolongó hasta altas horas de la noche y aún durará más, ya que este viernes el Barça festejará el título de Liga con un desfile por las calles de Barcelona.