Zonas afectadas por la radiación de Japón. / Gráfico: R. C. | Vídeo: Atlas
alerta mundial

Bruselas alerta de una situación «apocalíptica» en Fukushima mientras se produce otro incendio en el reactor 4

"Se ha hablado de apocalipsis y yo creo que esta palabra está particularmente bien elegida", ha señalado el comisario europeo de Energía

TOKIO / MADRID Actualizado: Guardar
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Japón afronta la peor crisis de su historia reciente tras el devastador seísmo del pasado viernes y posterior tsunami. El país del sol naciente se tiene que enfrentar a la destrucción y el caos que asola sus tierras, al elevado número de muertos que cada minuto se sigue incrementando pero, aun más, a un desastre nuclear. Sin embargo, sus gentes están demostrando ser un ejemplo de civismo y no se puede hablar de incremento de violencia ni saqueos, sino de que los ciudadanos tan solo hacen colas para hacer acopio de combustible y víveres.

Desde el terremoto de 9 grados registrado el viernes frente a la costa nororiental de Japón y el posterior tsunami, el complejo atómico de Fukushima ha sufrido cuatro explosiones. Además, un nuevo incendio ha comenzado en torno a las 5.45 hora local (21.45 hora peninsular en España) en el reactor cuatro de la central de Fukushima 1. Fue un trabajador de la planta quien dio la voz de alarma.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha confirmado que ha habido una explosión en el reactor 2 de la planta nuclear Fukushima Diichi y que hay emanación de radiactividad a la atmósfera debido a un incendio en un depósito de combustible gastado en el reactor 4, incendio que ya ha sido extinguido, aunque se ha producido otro. En un comunicado, el OIEA precisa que ha obtenido la información de las autoridades japonesas y que la explosión en el reactor 2 se produjo en torno a las 06.20 hora local de Japón. Este mismo organismo asegura que todas las unidades de las plantas nucleares de Japón afectadas por el terremoto "están en condiciones seguras y estables", con excepción de la de Fukushima.

La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ha alertado de que la explosión que se produjo el lunes podría haber dañado el contenedor principal del reactor 2. Los contenedores principales de los reactores 1 y 3 parecen estar intactos pese a las explosiones que han sufrido.

Ante esta situación, el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, ha indicado que las autoridades japonesas han perdido prácticamente el control en Fukushima. "Se ha hablado de apocalipsis y yo creo que esta palabra está particularmente bien elegida", ha resaltado tras la reunión de alto nivel de expertos en energía y seguridad nuclear de los Veintisiete en la que se ha acordado someter a pruebas de resistencia voluntarias a las centrales nucleares europeas. "Espero que no ocurra lo peor, pero no podemos excluir que ocurra lo peor en las próximas horas y días", ha avisado el comisario de Energía.

En el lugar de los hechos se registraron hasta 400 millisievert por hora. "Las autoridades japonesas están diciendo que hay una posibilidad de que el fuego haya sido causado por una explosión de hidrógeno", añade la nota del OIEA. La compañía operadora de la central comenzará a suministrar agua a la piscina de combustible nuclear de este último reactor en dos o tres días.

La crisis nuclear ha alcanzado el nivel seis en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES), que va de uno a siete según la gravedad del incidente, según ha informado este martes la Agencia Nuclear Francesa, citada por la agencia de noticias Kyodo. El accidente de Chernobil (Ucrania), ocurrido en 1986, fue catalogado con el nivel siete y el de la central de Three Mile Island (en Harrisburg, Estados Unidos), registrado en 1979, alcanzó el nivel cinco.

El viento dispersa las partículas

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha advertido de que el viento está dispersando, tanto en Japón como hacia otros países asiáticos, las partículas radiactivas. Asimismo, la agencia de la ONU ha precisado que, aunque los efectos se han registrado de momento solo en alta mar, las condiciones meteorológicas podrían cambiar, por lo que es necesario vigilar estrechamente la situación a través de los satélites y de otras fuentes de información.

"En este punto, todas las condiciones meteorológicas se están produciendo en alta mar, por lo que no tienen implicaciones para Japón ni para otros países próximos", ha declarado la responsable de la unidad de reducción de riesgos por desastres de la WMO, Maryam Golnaraghi, durante un encuentro con la prensa en Ginebra.

Elevados niveles de radiación

El Gobierno japonés ha incrementado a 30 kilómetros el perímetro en que deben ser evacuados los residentes de la zona, mientras el primer ministro, Naoto Kan, ha admitido que es posible que se produzcan nuevas fugas de radiación. Los niveles de radiación en la ciudad de Maebashi, unos 100 kilómetros al norte de Tokio, multiplican por diez los valores normales, ha informado la agencia Kiodo, que cita al Gobierno local.

Los niveles en la capital son ahora más altos de lo habitual en yodo y cesio, y por primera vez Kan ha admitido que "no hay duda de que este nivel de radiación puede ser perjudicial para los humanos". En la cercana Saitama estos niveles son 40 veces superiores a los normales. La Embajada francesa en Tokio prevé que las partículas de radiación podrían llegar a la capital en un plazo de "unas diez horas" si se mantienen los vientos en dirección sur.

Las últimas informaciones apuntan a que los habitantes de la capital nipona hacen acopio de enseres e incluso huyen a otras zonas ante el incremento de la radiación. En algunas tiendas comienzan a escasear radios, linternas, velas, bidones de combustible y sacos de dormir. Varias embajadas han pedido a su personal y a la población en general que abandonen las áreas afectadas, los turistas vuelven apresurados a sus lugares de origen y muchas multinacionales emplazan a sus empleados a que salgan de la urbe.

Miles de víctimas

Mientras la alarma nuclear recorre el mundo y reabre viejos y nuevos debates sobre el uso de la energía atómica, el número de víctimas sigue aumentando. La policía nipona ha informado que al menos 3.373 personas han muerto y 7.558 están desaparecidas. Las autoridades han situado en 25.000 los rescatados por el terremoto y posterior tsumani del viernes, mientras que cada vez son mayores los problemas de abastecimiento para los supervivientes.

Entretanto, continúa la búsqueda de los desaparecidos. Las autoridades confían en que muchos de ellos se encuentren incomunicados en los refugios del litoral, como en la isla de Oshima, donde había 1.300 personas aisladas. En total hay unas 20.000 personas con las que no se ha podido establecer contacto. En la prefectura de Miyagi (noreste) se busca a 9.500 vecinos de la ciudad de Minamisanriku, mientras que en la prefectura de Iwate (noreste) intentan localizar a 10.000 residentes en Otsuchi. Las labores de rescate se complican por las continuas réplicas del terremoto del viernes. La última, de 6,4 grados, se ha producido al suroeste de Tokio, en la provincia de Shizuoka.