terrorismo

ETA intentó matar a José María Aznar con un misil tres veces en trece días

El plan, puesto en práctica durante la campaña electoral vasca de 2001, falló siempre por defectos en el proyectil

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

ETA quiso asesinar en 2001 al entonces presidente del Gobierno, José María Aznar, tres veces en 13 días. Un comando intentó derribar con un misil tierra-aire el avión en que viajaba el gobernante en las tres ocasiones que Aznar se desplazó al País Vasco para participar en los actos que el PP organizó en la campaña para las elecciones autonómicas vascas del 13 de mayo. El magnicidio se frustró en todos los intentos, ejecutados entre el 29 de abril y el 11 de mayo, por defectos en el lanzamisiles, que impidieron disparar el proyectil. El fracaso del crimen de Estado, que se intentó un año y medio después de que ETA rompiese con una brutal campaña de asesinatos la tregua declarada de 1998 a 1999, fue desvelado en mayo pasado por la dirección la organización terrorista, pero los detalles y la confirmación de lo sucedido no se conocieron hasta ayer, cuando Pedro María Olano, el etarra detenido el jueves pasado en el municipio guipuzcoano de Lizartza, explicó los entresijos de la operación. Olano fue uno de los protagonistas de aquellos atentados frustrados y ahora está detenido por trasladar desde Francia armas y explosivos a los comandos en España.

El miembro de ETA confesó a la Guardia Civil los planes para asesinar a Aznar y su participación en ellos. El juez Fernando Grande-Marlaska, el instructor de la Audiencia Nacional que le ha enviado a prisión, ha dado credibilidad a su confesión porque, según reseña en el auto de prisión, está corroborada por otros datos e indicios. El detenido, que fue condenado en 2009 por amenazar de muerte a la alcaldesa popular de Lizartza, Regina Otaola, explicó que en los primeros meses de 2001 formaba parte de un grupo de ETA, con base en esta comarca guipuzcoana, que se dedicaba a viajar a Francia, cuando era requerido por la dirección logística de la banda, para trasladar a España armas y explosivos a los comandos.

Su primera misión consistió en desplazarse a Guethary, muy cerca de la frontera con España, para recoger un lanzamisiles SAM-7, de fabricación rusa, y entregárselo en un monte del pueblo guipuzcoano de Hernani a los miembros del comando que trataría de asesinar a Aznar durante las operaciones de despegue o aterrizaje del avión presidencial en los viajes que iba a hacer a la campaña vasca de 2001, en la que tuvo una muy activa participación en apoyo del candidato del PP, Jaime Mayor Oreja, quien estuvo cerca, con el apoyo del socialista Nicolás Redondo Terreros, de desbancar al 'lehendakari' nacionalista Juan José Ibarretxe. El primer intento se abortó, por fallos en el arma, cuando el presidente acudió el 29 de abril al palacio Euskalduna de Bilbao para el acto de apertura de la campaña. Olano y sus compañeros tuvieron que regresar a Francia con el lanzamisiles y entregárselo de nuevo a los responsables del atentado, pero el instrumento falló siempre que se intentó disparar.

La segunda vez fue en los alrededores del aeropuerto guipuzcoano de Fuenterrabía, cuando el 4 de mayo Aznar acudió a un mitin en el Kursaal donostiarra. Vuelta a Francia para reparar el arma y regreso a España. La tercera intentona se registró el 11 de mayo en el aeropuerto alavés de Foronda, el día que Aznar voló a Vitoria para el acto de cierre de campaña. Ante el constante fallo del lanzamisiles, se abandonó el plan y el arma se devolvió a Francia.

El lanzamisiles, posiblemente adquirido en el mercado negro durante la anterior tregua, es fácil de usar, tiene un alcance de unos 4.500 metros y lo puede disparar un solo hombre con la lanzadera sobre el hombro. Cuenta con radar y rayos infrarrojos para guiar el proyectil por el calor de los motores y se debe disparar cuando el avión está a unos 600 u 800 metros sobre el tirador, según las recomendaciones de ETA a sus comandos.

Corroboraciones

Grande-Marlaska, en el auto judicial, da credibilidad al testimonio de Olano en base a dos indicios. Dos dirigentes de ETA, identificados como 'Gaueko' y 'Argi', uno de ellos el jefe político de la banda, Aitor Elizaran, arrestado en octubre pasado, afirmaron el 25 de mayo de 2009 en una entrevista en 'Gara' que «los misiles para derribar aviones arrebatados a ETA (en 2004) fueron activados en tres intentos de atentado contra José María Aznar, cuando era presidente del Estado español, pero, por desgracia, las acciones no cumplieron su objetivo».

La incautación de los misiles es el segundo indicio para el juez. La operación que el 3 octubre de 2004 culminó con la detención del número uno de ETA, Mikel Albizu, 'Mikel Antza', permitió descubrir cinco grandes 'zulos' en el sur de Francia, en dos de los cuales, los de Urrugne y Briscous, había un misil SAM-7 en cada uno como los descritos por Olano.

Aunque el juez no los cita, existen otros dos elementos que corroboran el intento de magnicidio en otros sumarios contra ETA. En abril de 2004, en un caserío de Saint-Michel, junto a la frontera francesa con Navarra, se desmanteló el taller de explosivos que ETA había usado durante 15 años. Entre lo incautado hay tres CD con todos los planes para atentar con misiles contra Aznar, miembros de su Gobierno o el Rey en sus desplazamientos en avión o helicóptero al País Vasco y Navarra, además de un fragmento del sistema de refrigeración y alimentación de un lanzamisiles que había sido disparado antes de 2003 en una prueba sobre un objetivo real, según determinaron los técnicos franceses.

El segundo indicio no incluido por el juez en su auto apuntala el hecho de que el arma de guerra adquirida por ETA estaba estropeada. Las fuerzas de seguridad requisaron un informe de enero de 2003 dirigido por Iñigo Elizegi, el experto electrónico de la banda, a la dirección en el que, tras analizar el trozo del sistema de refrigeración de Saint-Michel, concluye que el arma funcionaba mal por fallos en el sistema de disparo.