revueltas en el mundo árabe

Gadafi ordena a la inteligencia negociar con los rebeldes

Las fuerzas opositoras se hacen con el control de Zawiya, a unos 50 kilómetros al oeste de la capital, y de la ciudad y el aeropuerto de Misrata

TRÍPOLI Actualizado: Guardar
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El líder libio, Muamar el Gadafi, ha encargado al responsable de los servicios secretos en el exterior, Buzid Durda, que dialogue con los dirigentes rebeldes de la parte oriental del país, según ha informado el canal de televisión qatarí Al Jazeera. Según un corresponsal de la cadena, Gadafi ha intentado abrir canales de contacto con los jefes de las tribus, pero éstos han rechazado negociar con él.

El canal afirma, citando fuentes de la oposición, que el todavía líder libio ha reemplazado al número dos de los servicios secretos exteriores, el coronel Abdalá Senusi -que comandaba sus fuerzas leales y fue apartado hoy del poder- por Mansur Dau El Qahsi. Senusi, cuñado de Gadafi al estar casado con su hermana Safia, fue condenado en rebeldía a perpetuidad por su implicación en el derribo de un avión de Pan Am sobre la localidad escocesa de Lockerbie.

Este intento de negociación se produce cuando las fuerzas rebeldes se han hecho con el control de la ciudad y del aeropuerto de Misrata, a unos 200 kilómetros al este de Trípoli y tercera población en importancia del país. También han tomado Zawiya, a unos 50 kilómetros al oeste de la capital. Siguen así, entre combates, en su avance hacia la capital con el objetivo de derribar a Gadafi. Hay cautela porque las fuerzas leales al mandatario libio han emprendido una ofensiva para recuperar Zawiya, cercada ya por unos 2.000 efectivos.

Un médico local ha asegurado que Zawiya se encuentra rodeada por tropas "fuertemente armadas" y ha advertido de que si las fuerzas de Gadafi consiguen entrar en la localidad se producirá "una masacre". "Están disparando con antiaéreos, no son simples disparos de arma ligera", declaraba. Otro sanitario ha denunciado que el Ejército está utilizando armamento pesado contra los disidentes e incluso está disparando contra las ambulancias en Misrata.

Ofensiva del Ejército

Las fuerzas leales al régimen libio mantienen posiciones alrededor de la tercera ciudad del país para intentar recuperar el control mientras la comunidad internacional ofrece ayuda a los rebeldes y se prepara para un país sin Muamar al Gadafi. El control de Misrata representa -junto al de la ciudad de Zawiya, cercana a Trípoli y con un importante pozo de petróleo- una de las principales claves para la evolución del conflicto, en espera de la que se prevé como batalla final en la capital.

Los testigos han relatado que las fuerzas opositoras han derribado dos aviones del Ejército gubernamental "mientras sobrevolaban la emisora de radio local" y han "capturado a la tripulación". "Los combates por el control de la base aérea militar, cerca de Misrata, comenzaron anoche y continúan", proseguía. "Las fuerzas de Gadafi controlan solo una pequeña parte de la base y los opositores controlan el resto, donde hay munición".

En la región de Edjibiya, unos 200 kilómetros al oeste de Bengasi, la segunda ciudad del país bajo control de los rebeldes, un avión de las fuerzas aéreas libias fieles a Gadafi ha bombardeado un depósito de armas cerca del cuartel de Hania.

En la capital del país, que continúa en manos de Gadafi, los vecinos han comenzado a construir barricadas para defenderse de las fuerzas leales. Así, un alto mando del Ejército en Benghazi, bastión de los manifestantes, el general Ahmed el Gatrani, ha ofrecido apoyo a los habitantes capitalinos. "Nuestros hermanos en Trípoli dicen. 'Estamos bien, no necesitamos ayuda'. Pero si ellos la necesitaran, nosotros estaríamos dispuestos a movernos", aseveraba el militar. Alrededor de 400 personas se han concentrado en el distrito de Tajura, en el este de Trípoli, para manifestarse contra el líder libio. Poco después, la plaza en la que se llevaba a cabo la manifestación se llenaba de automóviles deportivos, cuyos ocupantes, miembros de las fuerzas de seguridad, han empezado a disparar al aire para dispersar a los manifestantes.

Presión internacional

Mientras tanto, la comunidad internacional continúa estudiando las posibilidades de forzar la caída de Gadafi y EEUU se ha ofrecido a proporcionar "todo tipo de ayuda" al pueblo libio. "Estaremos preparados para ofrecer cualquier tipo de ayuda", ha señalado la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, antes de viajar a Ginebra, donde ha intervenido en el Consejo de Derechos Humanos (CDH).

También el primer ministro francés, Francois Fillon, que ha anunciado el envío de dos aviones con ayuda humanitaria a Bengasi, bajo el control de los rebeldes, se ha referido a la posibilidad de adoptar "medidas militares", aunque reconocía que esa opción debe ser adoptada por un conjunto de países e implicar a la OTAN. La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se han sumado a los dirigentes que han pedido a Gadafi que deje ya el poder mientras que la Unión Europea ha aprobado sanciones contra su régimen.

En espera de la caída del coronel, ya ha comenzado su acoso y derribo: el Reino Unido y Canadá han congelado sus activos y los de sus familia y la Corte Penal Internacional ha iniciado un examen preliminar sobre presuntos crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos en Libia.