La mujer de Del Valle: «Mi marido se cargó a Mari Luz»

En la última jornada del juicio ha llegado la confesión. Pero no precisamente en el banquillo de los tribunales, sino en directo, en exclusiva, y en el programa de Ana Rosa Quintana para Telecinco. Lo que no habían logrado los jueces y abogados lo ha conseguido la popular presentadora de televisión: "Mi marido se cargó a Mari Luz". Así de clara y contundente se ha manifestado Isabel García, la mujer de Santiago del Valle, quien entre sollozos ha exclamado "¡ya no puedo más! Lo siento mucho por mi marido pero no puedo encubrir un crimen".

Isabel ha relatado ante Ana Rosa cómo su marido le explicó que había matado accidentalmente a la menor en su domicilio de Huelva. "Esa tarde y esa mañana no habíamos salido. Estuve haciendo la comida y cuando llegó la hora de comer, almorzamos. Santiago se acostó y yo me tomé una pastilla porque sufro de migrañas. Cuando me desperté, mi marido no estaba. Salí del cuarto y lo busque por el piso pero no estaba. Me volví a la habitación y a los cinco minutos oí la puerta. Entró mi marido y le pregunté por qué llevaba las botas llenas de barro y me dijo que había estado andado por el campo. Por la noché lavó las botas dos veces y me dijo que era para que quedaran bien limpias", ha confesado Isabel García.

García ha hecho hincapié en que la muerte fue accidental: "Me dijo que iba a meter la niña en el piso pero que se le escapó y cayó rodando. Me dijo que fue un accidente". Este hecho contrasta con el testimonio de los forenses, que en su comparecencia ante el tribunal indicaron que la menor murió ahogada, lo que significa que todavía estaba viva cuando fue arrojada a la ría de Huelva.

La mujer de Del Valle ha explicado que fue Rosa del Valle la que instó a su hermano a deshacerse del cuerpo en las marismas, puesto que la niña la conocía. "Le pregunté a mi marido por qué no la habían dejado en un hospital y me dijo que la que no quería era mi cuñada porque conocía a la niña y sus padres." Y así relata cómo llevaron a la pequeña en el maletero del coche y la arrojaron a la ría.

Disculpas a la familia

"Yo lo siento mucho por esta familia", ha dicho en un mar de lágrimas la mujer de Santiago del Valle, que ha exculpado a Santiago de cualquier amenaza para que guardara silencio: "No me ha amenazado, solo me contó lo de la niña".

Isabel insiste en que su silencio ha sido por amor a su marido y que ahora su único temor es que éste la odie. "No puedo más. Bastante he hecho por mi marido. Ya no puedo más. ¡Que Dios le perdone, tiene que pagar! Ahora me odiará. ¡Señor, apiádate de mí por favor! Lo que no quiero es que me odie porque entonces es cuando yo me muero", ha dicho angustiada.