Jesus Eguiguren y Patxi Lopez, Lehendakari, antes de un Pleno en el Parlamento Vasco. / Archivo
'caso Faisán'

Eguiguren y la cúpula de Interior de 2006 declaran en secreto

La Audiencia Nacional llamó al dirigente socialista y a los altos cargos la semana pasada en relación a nueve folios declarados secretos

MADRID Actualizado: Guardar
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El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz tomó declaración en secreto al presidente del Partido Socialista de Euskadi (PSE), Jesús Eguiguren, y a la cúpula del Ministerio del Interior en 2006 dentro de la investigación abierta por el 'caso Faisán'.

El instructor llamó al dirigente socialista y a los altos cargos la semana pasada en relación a nueve folios declarados secretos, según publica este jueves La Razón. En estos papeles podrían estar las actas de la negociación con ETA o los teléfonos de contacto en caso de detención.

Esta decisión habría sido adoptada por el juez Ruz tras recibir en la Audiencia Nacional la contestación a la comisión rogatoria enviada a Francia. En ella, en la que están los folios secretos cuyo contenido no ha sido comunicado a las partes personadas, la juez antiterrorista Francesa Laurence Levert explicaba que el Ministerio del Interior tardó casi un mes y medio en informar a las autoridades de París de que un presunto soplo policial a ETA casi da al traste con años de investigaciones sobre el aparato de extorsión de la banda y de que fue esa delación la que provocó el aplazamiento de la operación en la que, el 4 de mayo de 2006, iban a caer los principales responsables del cobro del "impuesto revolucionario" a través del bar Faisán de Irún.

Según decía Levert en su escrito, el jefe del operativo, el policía español Carlos Germán, "no avisó a la parte francesa del equipo común de investigación" del chivatazo hasta el 16 de junio de 2006, a pesar de que la delación tuvo lugar el 4 de mayo. El informe recuerda que la policía española tuvo conocimiento del soplo a las 14:00 horas de ese día, tras escuchar a través de una baliza (un micrófono oculto) colocada en un coche la conversación entre el dueño del bar Faisán, Joseba Elosúa, y su cuñado, en la que el primero desvelaba que alguien le había llamado para advertirle de la inminente operación policial. Germán sólo envió un correo electrónico con esa grabación a la juez un mes y medio después de que tuviera lugar.