La reina Rania de Jordania
tensión en ammán

Las tribus jordanas acusan a la reina Rania de ser «un peligro para la nación»

Comparan el papel que ésta desempeña en la vida política del país con el de las mujeres del depuesto presidente tunecino Ben Alí y del egipcio Mubarak

AMMÁN Actualizado: Guardar
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Líderes tribales jordanos han solicitado al rey Abdalá II que ponga fin al papel que su mujer, la reina Rania, está desempeñando en la vida política del país, comparando a ésta, de origen palestino, con las mujeres del depuesto presidente tunecino Zine al Abidine Ben Alí y del presidente egipcio, Hosni Mubarak. En su solicitud, firmada por 36 personalidades, acusan a la reina de usar fondos estatales para promover su imagen en el extranjero sin preocuparse de la situación en la que viven los jordanos de a pie.

Los firmantes proceden de las tribus conservadoras de Transjordania que forman el grueso del apoyo a la monarquía hachemí, contrarias a los jordanos de Cisjordania, de origen palestino y que constituyen la mayoría de los 7 millones de habitantes del país. "Está erigiendo centros de poder para su interés que van contra lo que los jordanos y los hachemíes han acordado a la hora de gobernar y es un peligro para la nación y la estructura del Estado y la estructura política y la institución de la corona", afirman.

En este sentido, advierten de que si no se atiende "el contenido de la declaración nos llevará a lo que ocurrió en Túnez y Egipto y lo que ocurrirá en otros países árabes". La declaración refleja la profunda diferencia entre los nacionalistas jordanos de Transjordania y la población mayoritaria palestina, más que un ataque directo contra el monarca. Pero mantiene la presión sobre éste, que respondió a las protestas antigubernamentales la semana pasada disolviendo a su gabinete y nombrando como primer ministro a Maruf Bajit.

Atacar públicamente a los miembros de la Familia Real es un tabú en Jordania, pero los firmantes, que proceden de importantes grupos tribales como los Bani Sakhr, Abadi, Shobaki y Manaseer, han explicado que su preocupación por el país y el trono les ha empujado ha pronunciarse.

Defensora de los derechos de las mujeres

Los firmantes señalan que la legitimidad de la monarquía hachemí, que dice descender del profeta Mahoma, depende del consentimiento de las tribus de Transjordania. Los transjordanos nacionalistas radicales ya han criticado en otras ocasiones el origen palestino de la reina Rania y su papel muy visible en la sociedad del país dominado por varones.

La reina, que se recibe a delegaciones occidentales junto a su marido, es una firme defensora de los derechos de las mujeres jordanas, incluido el derecho de estas a transmitir su nacionalidad a sus hijos si se casan con extranjeros, un derecho que no está presente en buena parte del mundo árabe.

Al apoyar una ley que permitiría naturalizar a más palestinos, la reina ha hecho surgir los temores entre la jerarquía gobernante de que la balanza demográfica podría decantarse aún más en favor de los jordanos de origen palestino. Asimismo, argumentan que dar poder a los jordanos de origen palestino antes de la creación de un estado palestino dará a Israel un pretexto para seguir negando el derecho de retorno a los palestinos y para resolver la cuestión a costa de Jordania.