Rousseff promete acciones firmes para atender a los afectados por las inundaciones

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha asegurado que su gobierno promoverá "acciones firmes" para atender a los damnificados por las lluvias que han causado al menos 432 muertos en los últimos tres días en la región serrana del estado de Río de Janeiro.

Rousseff, que ha sobrevolado en helicóptero las áreas más afectadas por el temporal, ha prometido medidas de ayuda tras un breve diálogo que ha mantenido con damnificados en Nueva Friburgo, una de las ciudades más castigadas por la tragedia. "Vamos a realizar acciones de gobierno firmes", ha señalado la mandataria, según la estatal Agencia Brasil, en el único comentario que ha hecho tras visitar una céntrica plaza de Nueva Friburgo en compañía de seis de sus ministros.

Posteriormente, Rousseff ha ofrecido una rueda de prensa conjunta con el gobernador regional, Sergio Cabral, en la que ha calificado la situación de "muy dramática". Hay zonas donde el "riesgo es muy grande", por los estragos causados por el temporal, ha incidido la mandataria. "Las escenas son muy fuertes. Es visible el sufrimiento de las personas. El riesgo es muy grande", ha agregado.

La presidenta ha alabado la "gran capacidad de organización del Gobierno de Río de Janeiro, combinado con el Gobierno federal y los alcaldes", y ha comentado que las prioridades son las tareas de rescate, la reestructuración de las condiciones de vida y el acceso a tratamiento sanitario. Asimismo, ha dicho que algunas "montañas se disolvieron" sin que se dieran condiciones de irregularidad urbanística, pero ha matizado que en otras áreas se han podido observar escenas "de ocupación irregular de áreas de riesgo". También ha apuntado a la necesidad de iniciar un proceso de prevención junto con las labores de reconstrucción.

Rousseff se ha comprometido a que la liberación de recursos económicos para ayudar a las víctimas se lleve a cabo de "la forma más rápida y menos burocrática posible". Ha explicado que en las situaciones de emergencia y calamidades hasta el 50% de los recursos puede ser anticipado, pero ha matizado que la presentación de cuentas es obligatoria, una medida que las autoridades aplican para evitar fraudes. También ha recordado que dentro de los programas gubernamentales destinados a la aceleración económica, se destinarán 11.000 millones de reales (6.740 millones de dólares) para labores de saneamiento y drenaje en todo el país y ha puntualizado que "la previsión no es una cuestión sólo de defensa civil".

Primer desafío para la presidenta

La tragedia causada por las lluvias en las ciudades de Nueva Friburgo, Petrópolis y Teresópolis, situadas en regiones montañosas de Río de Janeiro, es el primer desafío que afronta la presidenta, quien ha evitado apariciones o anuncios públicos desde que asumió su mandato, el 1 de enero pasado.

Tras el sobrevuelo a la región, Rousseff aterrizó en la cancha de fútbol del club Friburguense y se dirigió a la plaza Getulio Vargas, en el centro de Nueva Friburgo. La gobernante, que usaba botas altas de plástico, conversó con algunos de los damnificados en la misma calle en la que el miércoles una riada arrastró un coche del Cuerpo de Bomberos y causó la muerte de tres de los socorristas. Rousseff, que ha permanecido en Nueva Friburgo por espacio de 45 minutos, fue recibida en la ciudad por el gobernador de Río de Janeiro y por el alcalde del municipio, Demerval Neto.

Según los últimos balances municipales, al menos 432 personas han muerto como consecuencia de las lluvias de los últimos días en la región serrana de Río de Janeiro, principalmente por los deslizamientos de tierras que sepultaron varias viviendas construidas principalmente en las faldas de las montañas. En Nueva Friburgo el número de víctimas mortales se sitúa en 168, en Teresópolis llega a 161, en Petrópolis a 39 y en Sumidouro a 13. Las cifras pueden aumentar aún más debido a que los bomberos continúan las búsquedas de personas declaradas como desaparecidas, cuyo número no ha sido establecido, y a que las lluvias no cesan.

"Es la mayor catástrofe en la historia de Teresópolis", fundada en 1891, ha declarado el secretario del Ambiente del estado de Río de Janeiro, Carlos Minc, una afirmación con la que ha coincidido el alcalde de esa localidad, Jorge Mário Sedlacek, quien ha apuntado que el rescate deberá continuar durante algunos días.

Tareas de rescate

En las tareas de rescate participan cerca de 1.000 hombres de los Bomberos, la Defensa Civil, la policía y las alcaldías de la región, que cuentan con el apoyo de siete helicópteros, dos de los cuales cedidos por la Marina de Guerra, que ha anunciado que montará un hospital de campaña en Nueva Friburgo.

Muchos de los barrios de las ciudades afectadas permanecen incomunicados por los derrumbes y los socorristas intentan abrirse paso entre toneladas de barro para ayudar a las víctimas e iniciar la búsqueda de cadáveres. Las imágenes de televisión, tomadas desde helicópteros, muestran desde barrios enteros sepultados por el lodo, del que asomaban apenas los techos de algunas viviendas, hasta vecinos aislados que piden socorro agitando prendas blancas.

El año pasado, en el mismo mes de enero, que se caracteriza por torrenciales lluvias, al menos 75 personas murieron en derrumbes ocurridos en diversas zonas del estado de Río de Janeiro, incluidas varias de las que hoy volvieron a ser sepultadas por el lodo. Esta vez el desastre ha llegado a la región serrana de Río de Janeiro un día después de que un violento temporal causara al menos trece muertos en el vecino estado de Sao Paulo, donde todavía hoy hay ciudades enteras bajo el agua. En Sao Paulo, la situación más crítica se presenta en la ciudad de Franco da Rocha, cuyo casco urbano sigue totalmente inundado por las lluvias caídas este martes.