fútbol

Un gran Messi para no añorar a Eto'o e Ibrahimovic

El Barça acusa una 'Leodependencia' que por el momento es feliz

Barcelona Actualizado: Guardar
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Leo Messi ha marcado doce goles en los diez partidos oficiales que ha jugado con el Barça en la temporada 2010-11. Lleva cinco en seis encuentros de Liga, pues no ha jugado los ocho al perderse dos jornadas por la lesión que le causó en el tobillo el pisotón de Ujfalusi en el Vicente Calderón; ha logrado cuatro en tres choques de la Liga de Campeones; y tres tantos en la vuelta de la Supercopa española frente al Sevilla.

A Guardiola no le gusta que se hable de Messidependencia, pero los números obligan: suma 12 de los 27 goles oficiales de su equipo (el 44,4 por ciento) y ha resuelto los dos últimos compromisos del conjunto azulgrana con sendos dobletes: 2-0 al Copenhague y 0-2 en Zaragoza. Para complacer al técnico de Santpedor, sí se puede recordar que el equipo catalán solventó bien los dos partidos ligueros sin Leo: 1-0 al Sporting y 1-3 en Bilbao.

No hay que buscar conflictos: se trata de una feliz 'Leodependencia'. Mientras el Barça todavía busca su mejor versión, eso sí, sin grandes traumas en cuestión de resultados, el delantero argentino mantiene su velocidad de crucero habitual. No importa si juega de falso '9', escorado a la derecha o casi en el centro del campo, como el sábado en Zaragoza debido a la baja por lesión de Xavi. Cuando Pep Guardiola llegó al Barça en el verano de 2008 le mentalizó para que enfocara toda su calidad hacia la portería y el argentino descubrió que era un goleador. La pasada temporada fue Pichichi con 34 goles y amenazó el récord liguero de Hugo Sánchez (38). Los goles de Messi están siendo más necesarios todavía en este

curso porque sus compañeros de ataque no ven la luz. Villa lo intenta de todas las formas posibles, pero la suerte le ha dado la espalda hasta el punto de que ya ha estrellado cuatro balones en los postes. Pedro ayuda al equipo como siempre con sus incursiones y su presión al rival, pero ya no está tocado por la varita mágica del gol como en la pasada temporada, cuando marcó en todas las competiciones. Y Bojan ha visto frenada su progresión al contar con poco minutos, aunque cuando ha jugador tampoco ha estado acertado. En esa tesitura sólo Messi evita con su puntería que le echen en cara a Guardiola sus caprichosas decisiones de prescindir de los servicios de Eto'o e Ibrahimovic. ¿O quizás fue necesaria su marcha para no estorbar al auténtico killer del Barça? Sólo Guardiola lo sabe.