FÚTBOL | PRIMERA DIVISIÓN

El Barça conquista San Mamés

Fue muy superior a un Athletic que jugó desde el minuto 34 con uno menos por expulsión de Amorebieta

BILBAO Actualizado: Guardar
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El Barça conquistó San Mamés, uno de los estadios donde no pudo ganar en la Liga de los 99 puntos (sólo empató), con goles de Keita, Xavi y Busquets. El equipo de Pep Guardiola no añoró a Messi, aunque todos se acordaron del argentino cuando Mateu Lahoz expulsó a Amorebieta por una dura entrada a Iniesta similar a la de Ujfalusi, por lo menos para el árbitro. La roja directa, con 0-0 en el marcador, decantó definitivamente la contienda para un equipo azulgrana que fue siempre muy superior pese a que el Athletic dio emoción al choque con un gol de Gabilondo en el último minuto.

El Barça no renunció a su estilo pese a que la lluvia constante convirtió el terreno de juego en una superficie peligrosamente resbaladiza. Sergio Busquets se incrustó entre los centrales para ayudar a sacar el balón jugado desde atrás, permitiendo a los dos laterales (Alves por la derecha y Adriano por la izquierda) abrir el campo. La siempre aguerrida presión del Athletic no intimidó de inicio al equipo de Pep Guardiola, con Iniesta moviéndose entre líneas con maestría y Xavi, unos metros más atrás, marcando el ritmo. El Barça no se adelantó en el marcador en los primeros diez minutos porque Iraizoz desvió un disparo de Keita sin oposición y porque Villa estrelló en el poste a dos metros de la portería un balón de crack mundial que le puso Iniesta.

El Athletic esperaba en su terreno algún robo de balón para montar un contragolpe con la velocidad de Igor Martínez, la última apuesta de Joaquín Caparrós. Pero aunque Orbaiz y Javi Martínez trabajaron a destajo en la presión a Xavi, pocas veces pudieron arrebatar el esférico al Barça, que siguió tocando con calma, ya aclimatado a la lluvia y al césped mojado. Alves, desde lejos, volvió a poner a prueba al guardameta vasco. Las jugadas a balón parado pasaron a ser el único recurso del Athletic: saques de esquina, faltas y fueras de banda. En uno de ellos, peinado por Llorente, casi marca Igor Martínez al recoger el rechace, pero el balón tropezó en un defensa azulgrana.

Era la primera señal de vida del Athletic, pero muy pronto llegó la acción que incidió en el desarrollo del partido. En el minuto 34 Amorebieta entró muy fuerte a Iniesta con los tacos por delante y el colegiado valenciano Mateu Lahoz, a menos de un metro, le mostró la tarjeta roja, posiblemente por el efecto Ujfalusi. Iniesta saltó a tiempo y no se hizo el daño de Messi. Fue una roja discutida, quizás rigurosa, pero no debería valorarse el color de la tarjeta por el hecho de si hay lesión o no. Curiosamente, el Barça, con uno más, ralentizó demasiado el juego hasta el descanso, sin apenas crear peligro, con un Athletic más encerrado todavía en su parcela y una afición local indignada por la roja a Amorebieta y más hostil con el Barça.

Ofensiva culé

La segunda parte comenzó con una ocasión inesperada del equipo de Caparrós, que hizo dos cambios en el descanso para rearmar a su equipo. El Barça se hizo un lío al defender una falta colgada a la frontal del área, el balón cayó a los pies de San José, que remató al poste con todo a su favor. El susto espoleó al Barça, que puso cerco a Iraizoz con prisas por marcar viendo que el césped se convertía en barro. Lo probó Piqué en dos ocasiones desde lejos, buscando el bote delante del portero con picardía, pero fue Keita quien finalmente logró el 0-1 con calidad, tras una extraordinaria asistencia al primer toque de Villa.

El Athletic quedó muy tocado y el Barça buscó la sentencia. Villa volvió a rozar el gol con un acrobático remate e Iniesta disparó al poste en posición inmejorable ante la desesperación de Guardiola, loco por respirar tranquilo. Y ese momento llegó en el minuto 74 con un disparo afortunado de Xavi, que disparó con potencia, pero que necesitó que un defensa rozara el balón para que entrara el segundo. Cuando ya todo parecía sentenciado, Villa fue expulsado por un manotazo a Gurpegui. Con la igualdad numérica y aupado por la afición, el Athletic recortó distancias a falta de un minuto con un tanto de Gabilondo para dar emoción y épica al choque. San Mamés creyó en la gesta, pero Busquets cortó de raíz las esperanzas locales con el tercer tanto tras culminar una gran contra.