Los sub-21 deleitan y firman su pase a la Eurocopa

Misión cumplida. España estará en el Europeo de Dinamarca de 2011 y tendrá opciones de participar en los Juegos Olímpicos. La selección sub-21 certificó su clasificación tras imponerse 0-3 a Croacia en un partido irregular y que se resolvió en los minutos finales. La falta de pegada, como en el partido de ida, persiguió al equipo de Luis Milla, que sigue por el buen camino desde que se sentó en el banquillo. La selección desaprovechó ocasiones clarísimas en la primera mitad que habrían sellado la eliminatoria mucho antes. Mata o Adrián fallaron lo impensable y dieron alas a un rival aguerrido y con carácter pero de menor calidad.

Croacia salió dispuesta a morder durante los primeros minutos. Por su parte, los pupilos de Milla, algo desconcentrados, permitieron a los locales dominar la pelota. Con los refuerzos de Rakitic y Lovren, procedentes de la absoluta, la moral croata era elevada. Sin embargo, el futbolista del Schalke se lesionó al cuarto de hora y debió ser sustituido. Un alivio para España.

El objetivo de regresar a los Juegos tras las ausencias en Atenas y Pekín obligaba a clasificarse para el Europeo, donde se reparten tres plazas para la cita olímpica de Londres. España llegó a Varazdin con la exigua renta del partido de ida (2-1). El gol encajado daba tranquilidad a Croacia y le permitía no arriesgar en exceso. Milla confió en el mismo equipo que derrotó a los balcánicos en Burgos con la salvedad de Víctor Ruiz por José Angel en el eje de la defensa. Por tanto, Canales esperó en el banquillo.

La batuta del equipo la llevó Thiago y, sobre todo, Parejo. El jugador del Getafe estuvo omnipresente en el choque. Cada vez que la pelota pasaba por sus pies daba el pase correcto. Aunque el azulón se fue desvaneciendo como el resto del equipo durante el transcurso del partido.

Sin definición

Tras el buen arranque local, España fue poco a poco imponiendo su criterio gracias al fútbol de toque y posesión que los éxitos de la absoluta avalan. Aparecieron Mata y Bojan entre líneas y con ellos Adrián. El delantero del Deportivo falló un mano a mano que parecía imposible. También Mata erró un tiro dentro del área tras una gran jugada combinativa. España triangulaba con brillantez por momentos, pero le faltaba el remate, la definición. Certificar esa superioridad y calidad en el marcador. El choque parecía controlado. Los papeles se habían invertido. Ahora era Croacia quien no salía de su campo y De Gea parecía un espectador más. Al llegar el descanso, la mejor notica para los locales era la peor para los españoles: empate a cero. Sin embargo, tras la reanudación, España estuvo desconocida.

Cedió la posesión de la pelota, Thiago y Parejo desaparecieron y el nerviosismo atacó a la defensa. Croacia merodeó el área de De Gea con más corazón y fuerza que cabeza y fútbol, pero fue suficiente para encender las alarmas. Más si cabe cuando Oremus logró un tanto bien anulado por mano. Todo pintaba mal. Y se arregló de la única manera posible, es decir, a balón parado. Córner que sacó Mata, mala salida del guardameta Kelava, hasta entonces impecable, y Domínguez remató en el segundo palo. El tanto provocó la ansiedad en los croatas que lo pagaron con patadas. Lovren vio dos amarillas en apenas dos minutos y complicó todavía más el partido para los suyos. Con uno menos, los locales bajaron los brazos y vieron como Adrián y Jeffren sentenciaban el choque y la eliminatoria. Los Juegos están más cerca.