reunión en la moncloa

Montilla: «No competiré con Bono en nacionalismo porque me ganaría de calle»

El presidente de la Generalitat considera que Zapatero ha comprendido la necesidad de gestos para acabar con la desafección catalana

MADRID Actualizado: Guardar
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Ni acuerdo de transferencia de competencias, ni calendario posible. El presidente de la Generalitat, José Montilla, y el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero no han abordado estas cuestiones en las más de dos horas de reunión que han mantenido en la Moncloa, la primera tras la sentencia del Constitucional, porque "no era el momento de pactar".

"No hemos venido a eso", ha reconocido el propio Montilla, quien ha asegurado que era el momento de pedir "algo más intangible" como "gesto políticos". Aunque no ha querido concretar cuáles, el presidente catalán si ha advertido de que deben hacerse "en las próximas semanas y meses".

Visiblemente satisfecho, Montilla ha trasladado a Rodríguez Zapatero, la necesidad de imprimir un fuerte impulso político al desarrollo del Estatut para superar la desafección que ha causado la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la norma catalana. En todo caso, ha avisado de que no bastará con dar a Cataluña "una, dos, o tres" transferencias, o reformas legales, sino que hace falta un nuevo "impulso político" para "intentar superar la desafección".

Antes de abandonar la Moncloa, Montilla ha tenido palabras para el presidente del Congreso. " Yo no competiré con Bono en nacionalismo porque me ganaría de calle". El mandatario catalán respondía así a las declaraciones efectuadas por José Bono el pasado sábado cuando preguntado por la situación en Cataluña se desvinculó "del grupo de socialistas que quieren imitar a los nacionalistas e incluso superarles". "A los nacionalistas hay que superarles en votos, pero no en nacionalismo", espetó.

Lealtad institucional

Montilla llegaba puntual a la sede de la Presidencia del Gobierno y era recibido a pie de la escalinata de la entrada del Palacio por Zapatero, donde ambos se saludaban. Juntos subían la escalera, volvían a estrecharse las manos para los medios gráficos y entraban a la sala donde se ha producido el encuentro, presidida por las banderas europea, española y catalana.

Zapatero ha ofrecido a Montilla, "lealtad institucional" para desarrollar el Estatut de Cataluña, pero le ha dejado claro que el Tribunal Constitucional ha sido tajante en algunos aspectos que no se podrán recuperar. Es el caso de la pretensión del Estatut de que el catalán fuese la lengua "preferente" -palabra eliminada por el TC- o de que el Sindic de Greuges tenga la competencia exclusiva para supervisar a la Generalitat. Lo mismo sucede con la competencia para legislar sobre tributos locales que, según dictaminó el Constitucional, es exclusiva del Estado.

En cambio, el Gobierno sí se ha declarado dispuesto a "explorar todas las vías" para restablecer los aspectos que el Constitucional anuló o acotó por razones más de forma que de fondo. Así será en lo relativo al Consejo de Justicia Catalán, que según el TC debe regularse en la Ley Orgánica del Poder Judicial y no en un estatuto autonómico. El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ya ha anunciado una reforma de esta ley para el otoño.

Tanto el presidente como la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, han insistido en que cualquier reforma que se emprenda será "respetando" la sentencia del TC y, en general, el "marco constitucional".