escándalo en francia

Sarkozy niega haber recibido dinero de la heredera de L'Oreal

La antigua contable de la multimillonaria asegura que efectuó los pagos al tesorero de su partido y actual ministro de Trabajo

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El Elíseo ha negado la acusación de que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, recibiera para su campaña electoral de 2007 sobres con 150.000 euros de la heredera de L'Oréal, Lilliane Bettencourt, como asegura la antigua contable de la multimillonaria.

La contable, que ayer declaró ante los investigadores encargados de aclarar varios asuntos oscuros sobre la gestión de la fortuna de Bettencourt (la segunda de Francia), ha señalado que la heredera de L'Oréal financiaba a diversos políticos de derechas, Sarkozy entre ellos.

Según el relato de esta mujer -que fue despedida en 2008 por un contencioso con su empleadora tras haber trabajado para ella más de diez años-, cuando el actual jefe del Estado era alcalde de la ciudad de Neuilly en los años 90, acudía en ocasiones a comidas en casa de Bettencourt, donde recibía sobres de marca kraft con dinero en efectivo. "Todo eso es falso", ha subrayado el Elíseo en una primera y sucinta reacción.

La contable precisó a la web Mediapart que tenía autorización para retirar de la cuenta de Bettencourt 50.000 euros semanales para los gastos, pero que en marzo de 2007 -a dos meses de los comicios presidenciales-, el gestor de la fortuna de la millonaria, Patrice de Maistre, le pidió que sacara 150.000 para entregárselos a Eric Woerth, tesorero del partido de Sarkozy y actual ministro de Trabajo. Como la mujer apuntó que retirar tanto dinero de golpe levantaría las sospechas de los servicios de lucha contra el blanqueo, se decidió que sacara los 50.000 euros habituales, a los que se añadieron 100.000 más procedentes de cuentas de Bettencourt en Suiza, que se dieron a Woerth.

Un ministro en la picota

El nombre de este ministro, que antes de encargarse de la reforma de las pensiones era el titular del Presupuesto encargado de la política impositiva y del control de la evasión fiscal, lleva varias semanas en la picota por un supuesto conflicto de intereses. A Woerth, cuya mujer ha trabajado hasta que se desveló el escándalo como asesora en la gestión de la fortuna de Bettencourt, se le ha reprochado haber dado un trato de favor fiscal a la multimillonaria, de la que se ha sabido estos últimos días que tenía decenas de millones de euros en cuentas en Suiza.

Entre las primeras reacciones políticas, el dirigente socialista François Hollande ha considerado que "estamos ante un escándalo", pero también ha insistido en que "hay que ser prudente" y mantener la presunción de inocencia e "ir hasta el fondo de la búsqueda de la información". "Si fuera cierto, sería extremadamente grave" porque no se habrían respetado las reglas de financiación de la campaña electoral de 2007, cuando Sarkozy venció a la candidata socialista Ségolène Royal, ha añadido Hollande en una entrevista a la emisora France Info.