Trabajos de recogida del vertido. / Reuters
marea negra en eeuu

El presidente de BP toma las riendas para restaurar la reputación de la empresa

El consejero delegado, Tony Hayward, que acudió el jueves al Congreso, dejará la gestión del desastre ecológico

LONDRES Actualizado: Guardar
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El presidente de BP, Carl-Henric Svanger, ha señalado hoy que tomará las riendas para restablecer la reputación de la petrolera británica tras el vertido de crudo en el golfo de México, y ha agregado que el consejero delegado, Tony Hayward, dejará la gestión de ese desastre, como ya se había anunciado el 4 de junio.

En una entrevista con la cadena de televisión Sky News, Svanger ha reconocido que ciertos comentarios del consejero delegado han "disgustado a algunas personas". El máximo ejecutivo de la petrolera a afirmado que Hayward se fue a Estados Unidos con la misión expresa de resolver la cuestión, pero la contención del derrame, que empezó tras un accidente el pasado 20 de abril en el que murieron 11 personas, no ha ido según lo planeado. "Todo el mundo pensaba que se haría más rápidamente", ha declarado Svanger, en lo que se ha interpretado como una aparente falta de apoyo del presidente de British Petroleum (BP) para Hayward.

La multinacional petrolera operaba la plataforma Deepwater Horizon que explotó el 20 de abril desencadenando el peor desastre ecológico en la historia de EEUU. El máximo responsable de la empresa recordó que como ya se anunció a los accionistas el 4 de junio la gestión de la respuesta al desastre se trasladará al responsable de América de BP, Bob Dudley, quien velará por el cumplimiento de todas las obligaciones de la compañía.

El consejero delegado Hayward fue acusado este jueves de dirigir una empresa en la que prima la rentabilidad sobre la seguridad, al comparecer por primera vez en el Congreso de Estados Unidos para responder por la mayor catástrofe medioambiental ocurrida en ese país.

Asunto político

En la entrevista de hoy, Svanberg ha admitido que lo que empezó como un accidente industrial se ha transformado en un conflicto de mayor alcance. "Se ha convertido en un asunto de reputación, un apretón económico para BP y un asunto político, y por eso ahora me veréis más a mí", ha manifestado.

Hasta ahora, la estrategia de la empresa había sido que Hayward fuera su principal portavoz, pero las repercusiones políticas de lo ocurrido requieren un cambio de estructura. "Dado que esto se está convirtiendo en un tipo de crisis diferente, aquí es cuando entro yo", ha insistido. El presidente de la petrolera británica ha comentado que el accidente ocurrido en el pozo Deepwater Horizon "era muy poco probable" aunque ha causado "graves consecuencias".

La empresa, que ha suspendido el pago de dividendos a sus accionistas para invertir el dinero en solventar la crisis y crear un fondo de 20.000 millones de dólares (16.300 millones de euros) para indemnizar a los afectados, "es fuerte", ha dicho el máximo ejecutivo, y ha negado que, como ha sugerido el Gobierno ruso, se enfrente a su "desaparición". "Aún creo firmemente en BP y pienso que saldremos de ésta", ha afirmado.