Zapatero defiende que la reforma laboral es «equilibrada» y «mantiene básicamente los derechos de los trabajadores»

Ya se conocen algunos de los cambios de contratación y despido que traerá consigo la reforma laboral aunque habrá que esperar hasta el miércoles que viene, cuando se apruebe por decreto en el Consejo de Ministros, para que tener todos los detalles. Mientras llega ese día, el Gobierno se esfuerza en defender las bondades de un texto que los sindicatos rechazan. A ellos, aunque sin citarles, se ha digido el presidente del Gobierno cuando ha asegurado que la reforma es "equilibrada".

José Luis Rodríguez Zapatero ha asegurado que la propuesta de reforma laboral del Ejecutivo promueve la estabilidad en el empleo y beneficia a los trabajadores. En una rueda de prensa con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, Zapatero ha defendido los principios de la reforma laboral al considerar que "básicamente mantiene los derechos de los trabajadores".

El presidente del Gobierno ha explicado que los cambios de la normativa promoverán la movilidad laboral al incorporar el modelo austríaco, que conlleva la creación de un fondo constituido con las aportaciones de las empresas para pagar las indemnizaciones por despido de los trabajadores. También ha destacado que permitirá a las empresas adaptarse a las circunstancias económicas, al tiempo que beneficiará a los empleados al recoger la reducción de jornadas y de salarios para evitar despidos.

Para el presidente del Gobierno, que ha indicado que intentará conseguir el mayor respaldo parlamentario posible para su aprobación, la reforma es "sustancial y equilibrada", y servirá para generar confianza en la economía española. Zapatero ha añadido que la reforma aborda los elementos centrales del problema del mercado laboral aunque ha precisado que no servirá para generar empleo inmediatamente.

"En la buena dirección"

El decreto que se aprobará el próximo miércoles es un documento "muy elaborado", según Zapatero, que es fruto de "mucho trabajo y diálogo" con los agentes sociales y que beneficia tanto a los empresarios como a los trabajadores. A su juicio, aborda los cambios "más importantes" del mercado laboral, ya que apuesta al mismo tiempo por los trabajadores que sólo han conocido "el horizonte de la precariedad" y por el incremento de la flexibilidad en las empresas cuando las circunstancias sean "difíciles". "Es una reforma que va en la dirección adecuada", añadía.

El texto incorpora parte del modelo alemán, con reducciones de jornada de entre el 10% y el 70%, para hacer que las empresas puedan evitar en el futuro pérdidas de empleo utilizando la reducción de la jornada y del salario. Según el jefe del Ejecutivo, resultaba "incomprensible" que en el año 2009, un ejercicio de "plena crisis y gran pérdida de empleo", más del 70% de los despidos fueran disciplinarios cuando todo el mundo sabía que la inmensa mayoría respondían a causas económicas. "Había una profunda anomalía en la ley", ha indicado.

Tras el desencuentro del diálogo social, Zapatero ha señalado que ahora es el tiempo del "diálogo parlamentario".