música i Primavera Sound

Noche de 'hits'

Los intermezzos guitarreros, las codas finales y las cuidadas y reconocidas letras del Wilco provocan el delirio del público

BARCELONA Actualizado: Guardar
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Si la noche del jueves dejó el listón muy alto en cuanto a calidad y cantidad de propuestas musicales, la del viernes no podía ser menos. El directo de Low en el Auditori que consiguió el lleno -Alan Sparhawk y compañía nunca han dejado de estar en forma- y la temprana actuación de The New Pornographers en un escenario amplio anticipaban lo que habría de llegar en las horas directas para los asistentes al festival: traslados constates de un escenario a otro con la intención de cuadrar horarios y poder ver, al menos, parte de la actuación de Spoon, para disfrutar en directo de los efectos reverb de la voz de Britt Daniel, un poco de la actuación de Condo Fucks, la formación gamberra del trío de Yo la Tengo, a unas Cocoroise hechizadas compartiendo magia con Here we go magic cuya polifonía de voces logró cautivar al respetable convocado en el Pitchfork.

Aunque las dudas de las dos terceras partes del recinto completo del Forum se vieron disipadas gracias a las actuaciones en el escenario San Miguel de Wilco. Los aledaños del escenario no dejaban albergar un alma. La presencia de Jeff Tweedy en el escenario es abrumadora. La intensidad de los intermezzos guitarreros, las codas finales, las cuidadas y reconocidas letras y el savoir faire de su líder cumplieron sobradamente las expectativas.

Temas del Sky blue sky (2007) abrieron boca y alternaron con su último trabajo, editado el pasado año Wilco (2009) y A ghost is born a lo largo de una hora y media en la que el público no dejó de corear y saborear cada tema.

Ritmos étnico-tribales

Aunque simultáneamente Japandroids ofrecían en el escenario aledaño, a un público mayoritariamente anglosajón, la posibilidad de cabecear, saltar y cantar -a gritos- con el dúo las canciones de su primer trabajo que ya está en boca de todos Post Nothing.

Los ritmos étnico-tribales electrónicos herederos de Animal Collective de Panda Bear sucedía a la actuación de Wilco y se simultaneaba también con la de Cold Cave, un modo oscuro de entender la electrónica, entre Bauhaus y Kraftwerk. Poco más tarde llegó la esperada actuación de Pixies, que arrancó bien, continuó mejor y se despidió a lo grande. Sonaron absolutamente todos los temas -para muestra un botón: Where is my mind, My Velouria, Here comes your man- de manera magistral, irreproachable, con el tono jocoso de un Frank Black que sabe que de antemano tiene al público metido en el bolsillo y una Kim Deal juguetona y quedona que alternó algunos guiños con el respetable.

La jornada cumplió ayer record de asistencia, de nuevo y se cierra hoy con las actuaciones de The Charlatans y Pet Shop Boys como platos fuertes.