Michael Ballack, el capitán germano, se queda sin Mundial. / Ap
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La estrella del ‘casi’

Pese a ser el paradigma del centrocampista total -físico imponente, depurada técnica, criterio colectivo y contundente llegada- ha dejado escapar una carrera que no ha alcanzado la brillantez esperada

MADRID Actualizado: Guardar
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Michael Ballack es la estrella del ‘casi’: casi gana un Mundial, casi logra una Eurocopa, casi gana una Liga de Campeones, pero en todas se quedó en finalista. El alemán cuenta con un currículo plagado de títulos de liga y copa en Alemania y alguno más en Inglaterra, pero está en los estertores de una carrera que estaba llamada a ser una de las más esplendorosos de los últimos quince años y que se ha quedado en una trayectoria importante pero sin la brillantez que le podía haber situado a la altura de los míticos Rumenigge, Klinsmann o Matthäus.

Como muestra de un recorrido que se ha quedado a medias, basta con analizar la campaña 2001-2002, la de su consagración a nivel internacional, en la que rozó con los dedos la gloria por tres veces, pero en ninguna de ellas logró saborearla. El Bayer Leverkusen perdió la Bundesliga en las tres últimas jornadas, a las que había llegado con cinco puntos de ventaja sobre el segundo; cayó en la final de la Copa alemana y el Real Madrid le arrebató el título de la Champions. ¿Mala suerte o falta de carácter?

El teutón es el ejemplo del centrocampista total. Con un físico imponente –mide 1,89 metros-, cuenta con una depurada técnica, criterio colectivo del juego y una contundente llegada a portería, bien con un formidable disparo o con su poderoso remate de cabeza.

Sin embargo, se le ha achacado falta de liderazgo en los momentos importantes, tanto en el Bayern de Munich, como en el Chelsea, como en la selección germana, donde ya acumula un centenar de internacionalidades. Con el gigante bávaro arrasó en las competiciones locales pero defraudó en los asaltos a la máxima competición continental. En el equipo inglés, al que llegó como ‘megafichaje’ -entre los cantos de sirena del Real Madrid o el Milan- con sueldo de superestrella, se ha diluido y se pierde entre una plantilla de calidad que tampoco ha dado todo lo que se esperaba de ella. En Alemania es el líder, pero Ballack no ha sabido resaltar dentro de la concepción de equipo compacto y resolutivo que muestra siempre su combinado nacional en los grandes campeonatos.

La lesión que le ha apartado de Sudáfrica aparta a Ballack, a sus 33 años, de su última oportunidad de dejar un poso importante y de limpiar una imagen de debilidad ante las grandes oportunidades que se alejan del espíritu competitivo de Alemania, que volverá a llegar a un gran campeonato como tapada, sin el papel de favorita. Sus rivales, a pesar de todo, no olvidan que nunca deben dejar a un lado a los germanos ya que, como reconoció el ex jugador Gary Lineker, “el fútbol es un deporte que inventaron los ingleses, juegan once contra once, y siempre gana Alemania".