Vista general de varias casas dañadas por el temporal en la aldea de Vasco Gil, Madeira./ Efe
tragedia por el temporal

El urbanismo incontrolado agrava el desastre de Madeira

La mala canalización del agua y la construcción de casas en lechos de ríos contribuyó a los efectos de un temporal que ha provocado al menos 48 muertos

FUNCHAL (PORTUGAL) Actualizado: Guardar
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El planeamiento urbanístico de Madeira "amplificó" los efectos del fuerte temporal que sacudió el sábado el archipiélago al provocar "la alteración de cursos de agua" y la "impermeabilización de los suelos", lo que, según el presidente de la Asociación Portuguesa de Técnicos de Seguridad y Protección Civil (Asprocivil), Ricardo Ribeiro, "a la larga contribuye a que se generen inundaciones y riadas".

Entre las "equivocaciones" cometidas en la planificación y ordenamiento del archipiélago de Madeira, el presidente de Asprocivil ha destacado la "mala canalización de los cursos de agua" y la "construcción de edificios o casas en lechos de ríos". Ribeiro también ha criticado la falta de planes de emergencia ante catástrofes "actualizados y aprobados por las autoridades, no sólo en Madeira sino en todo Portugal".

"Uno de los objetivos es mejorar la calidad de la respuesta ante estos imprevistos, para lo que es necesaria la organización de los servicios de municipales de Protección Civil. Sin embargo, en Portugal todavía no hay una verdadera cultura de la seguridad", se ha lamentado Ricardo Ribeiro.

Opiniones encontradas

Los comentarios acerca de la planificación urbanística de la isla han sido habituales desde que el sábado un temporal azotase Madeira y provocase la muerte de al menos 48 personas, 120 heridos y el desalojo de sus viviendas de 250 madeirenses.

La presidenta de la asociación ecologista lusa Quercus, Susana Fonseca, ha señalado que un buen ordenamiento del territorio habría evitado tantas muertes y daños materiales. "Todos los estudios indican que estos fenómenos extremos podrían convertirse en todavía más frecuentes", ha comentado Fonseca, agregando que es preciso "un particular cuidado en la ordenación de los espacios" para lograr minimizar el número "de vidas perdidas y de pérdidas naturales".

Sin embargo, el presidente de la Orden de Ingenieros de Portugal, Fernando Santo, ha apuntado que poco podría haberse hecho para prevenir esta catástrofe cuando se conjugan situaciones tan adversas. Lo que sucedió en Madeira "fue una acumulación de situaciones anómalas, imprevisibles, tales como una pluviosidad excesiva durante mucho tiempo", ha explicado.

El ingeniero ha esopecificado que en estas circunstancias, en la isla de Madeira, que cuenta con "una orografía muy acentuada", termina "habiendo deslizamientos de tierra y la incapacidad de los terrenos de absorber las aguas, porque ya están completamente encharcados". No obstante, ha reconocido que la canalización de aguas "debería haberse hecho con mayor atención".