ADIÓS AL SUEÑO OLÍMPICO

Madrid vuelve a sufrir el rechazo olímpico

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Primero fue un sueño. Luego una corazonada. Finalmente una ilusión. Madrid pidió por tres veces consecutivas la mano a los Juegos Olímpicos y las tres veces se le negó. Ha sido una década de trabajo de la atracción. «Preparados para ti», ofrecieron para el año 2012, pero la familia olímpica prefirió el orgullo británico de Londres. «Hola, everyone!» (¡Hola a todos!), saludó en la opción de 2016, pero el COI prefirió abrazar el exotismo de Río de Janeiro. En Buenos Aires, bajo rayos y truenos poco románticos, tampoco logró cumplir sus deseos para los Juegos Olímpicos de 2020. La dote de Tokio resultó demasiado atractiva para la familia olímpica. El número 4 -el que tocó por azar a Madrid-, no fue el más pulsado por quienes conceden la gracia de organizar los Juegos. En un desempate histórico con Estambul, los turcos recibieron 49 votos de los 94 posibles y el COI arrebató a Madrid su oportunidad.

Insistieron los españoles. Trataron de que hacer ver que sus intenciones eran serias y que era lo mejor para el futuro. Desde el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, hasta el príncipe español, Felipe de Borbón, repitieron sin descanso los integrantes de la candidatura: «Ahora tiene sentido». Incluso recurrieron a Plácido Domingo y a Antonio Banderas, pero ni los políticos, ni los actores ni los deportistas conquistaron el corazón de los preciados electores.

Se sintieron vencedores, soñaron con el paraíso y con la luna de miel, pero chocaron con la negativa. El dos veces ganador de la NBA y campeón del mundo, Pau Gasol, les prometió hijos deportistas. El príncipe Felipe recordó su participación en el paso adelante de Barcelona’92. No fue suficiente para engatusar a los olímpicos. Ahora no tenía sentido para los miembros del COI. Madrid obtuvo solo 26 apoyos en la primera votación, un dato esclarecedor que contrasta con esos augurios optimistas que garantizaban en torno a medio centenar de votos. En la final, Tokio se impuso a Estambul por un abultado margen: 60 frente a 36.

Economía y dopaje

El punto débil de Madrid también explotó. Inquirieron con frecuencia a los españoles por la permisividad con el dopaje y sobre la ‘operación Puerto’. «Hemos tenido un problema por haber endurecido la ley y a los deportistas y los que trafican con esas sustancias. Eso ha alargado la conclusión de la ‘operación Puerto’, pero surge por el compromiso de lucha contra el dopaje. Hemos adaptado la ley a las exigencias de la AMA. Por número de controles y por todo lo que está haciendo España contra el dopaje no tenga ninguna duda de que es un socio fiable para acabar con esta lacra. Creemos en el deporte olímpico y en esa lucha siempre tendrán a España en primer lugar», dijo Alejandro Blanco a la comunidad internacional cuando recuperó el pulso la señal de televisión. Sin embargo, las dudas no soportaron la comparación con Japón, el país que presume de jamás haber tenido un olímpico manchado por un positivo por dopaje. La reputación no gustó a los padres olímpicos.

El proyecto japonés, el elegido, tiene previsto iniciar los Juegos el 24 de julio de 2020. Así, los japoneses volverán a organizar en las islas un evento que ya celebraron en 1964 durante su período de vacaciones. En un espacio de solo ocho kilómetros se celebrará la competición para lucimiento de la bahía de Tokio. Los nipones han prometido fomentar el juego limpio, los valores olímpicos y llenar los estadios y pabellones para que los atletas sientan el apoyo de un pueblo muy aficionado al deporte. Los eficientes transportes, la seguridad de sus calles y las posibilidades financieras redondearán un evento buscado en dos ocasiones más.

En cambio, el calendario de la candidatura madrileña es mucho más oscuro. Quizás todas sus páginas hayan sido arrancadas. Una nueva caída, esta vez desde el podio de favoritos, deja en suspenso una nueva presentación como candidata. Si en la ocasión más propicia no se logró el objetivo, para el siguiente plazo aparecen en el horizonte adversarios como la poderosa París o puede que la repescada Roma después de que Madrid planteara unos Juegos más austeros. «Madrid está preparada. Nuestro proyecto es sensato y magnífico. Nuestra respuesta es: ‘¿Cómo podemos no presentarnos en 2020?’ Nuestro legado olímpico ya está en funcionamiento», explicó Juan Antonio Samaranch en la presentación en Buenos Aires. Ahora, falta la respuesta a la misma cuestión, pero con cuatro años y una decepción más.