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Retorno a la cima del voley playa

Adrián Gavira y Pablo Herrera renacen de sus cenizas y recuperan su mejor versión

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Adrián Gavira y Pablo Herrera han vuelto a ver la luz al final del túnel. Después de dos años de complicaciones y sinsabores, han sido capaces de superar los peores baches y ya vuelven a codearse con las mejores parejas de voley playa del panorama internacional.

La rodilla del levantino ha sido durante esta última etapa la gran fuente de problemas del mejor binomio nacional. El que fuera medalla de plata de los Juegos Olímpicos de Atenas junto al mítico Francisco Javier Bosma ha arrastrado una incómoda lesión durante los dos últimos años, lo que mermó en gran medida el nivel competitivo de la pareja y complicó sus planes. El peor de los sinsabores llegó en las Olimpiadas de Londres, en las que no pudieron ofrecer su mejor versión debido a que llegaron muy mermados físicamente a la cita. Lo que en un principio se antojaba como el reto de volver a conseguir una medalla para el voley playa español se convirtió en un suplicio, a pesar de que dieron la cara en el torneo durante todo momento.

«Llevaba dos años con un problema de rodilla y lo estuve arrastrando el año pasado, a los Juegos llegue muy tocado. En diciembre me operé, han sido siete meses muy largos y este año hemos empezado bastante bien los torneos y no nos imaginábamos que en la final del europeo íbamos a dar el campanazo», comentó recientemente Herrera en los micrófonos de la emisora esRadio.

Afortunadamente, ese duro peregrinar ya ha tocado a su fin. Herrera y Gavira han vuelto a la élite y lo han hecho pisando fuerte. La guinda a este delicioso pastel que están volviendo a saborear después de mucho tiempo llegó la pasada semana con la consecución del título de campeones de Europa, al imponerse en una dura final disputada en la localidad austríaca de Klagenfurt a los letones Janis Smedins y Aleksandrs Samoilovs, por un contundente 2-0 (21-19, 21-17). El premio de la victoria se forjó a base de mucho esfuerzo y trabajo, ya que la pareja española firmó un torneo espectacular.

Prueba de que en estos primeros compases de la temporada se encuentran en un excelente estado de forma. De hecho, la semana anterior ya habían sido capaces de llegar hasta la final de la prueba del Circuito Mundial que se celebró en Long Beach (California).

En tierra de nadie por la crisis

«Seguimos en un gran momento. Otra vez estamos ahí peleando por las medallas», se alegró Gavira después de meterse en semifinales del Grand Slam de Berlín, también puntuable para el Circuito Mundial, que se ha celebrado esta semana y en el que han logrado hacerse con la medalla de bronce.

Después de algún tiempo, este «matrimonio sin amor» vuelve a saborear las mieles del éxito. Los triunfos llegan producto del gran trabajo que están realizando. Aunque la realidad no cambia para este deporte en el panorama nacional. De hecho, la crisis también los ha cogido de lleno y les ha obligado a tener que viajar a las competiciones sin su entrenador, Sixto Jiménez, de quien la Federación Española de Voleibol ha prescindido por culpa del recorte en los presupuestos.

Herrera denunció públicamente la situación por la que atraviesa esta disciplina hace unos días. «Es lamentable que este año, que somos campeones de Europa y las chicas subcampeonas, estemos dejados y tengamos que viajar sin entrenador», se quejó. Tal es así que el alicantino ha tenido que acudir al favor de los médicos y fisioterapeutas que trabajan en el Villarreal para poder tratarse de su rodilla y recuperar el estado de forma que le está permitiendo en estos momentos competir al mejor nivel con las parejas más fuertes del panorama internacional. Yes que la de Herrera y Gavira es la historia interminable de tener que nadar contra la corriente.