La restauradora del 'Ecce Homo' afirma que lo volvería a hacer

Cecilia Giménez, la famosa restauradora del 'Ecce homo' de Borja (Zaragoza), se siente anímicamente "mucho mejor" que hace un año, cuando adquirió fama mundial por los arreglos que hizo a iniciativa propia en la pintura del santuario de esa localidad y que, ha asegurado, volvería a hacer. La anciana, de 82 años, pronunciará hoy el pregón de las fiestas del santuario de Nuestra Señora de la Misericordia de Borja, que alberga la pintura que trató de restaurar y cuya imagen dio la vuelta al mundo y se convirtió en un fenómeno estrella en las redes sociales, en agosto del año pasado.

La pintora se vio desbordada entonces por la repercusión mediática del asunto, que llevó hasta Borja a miles de turistas que guardaban cola para fotografiarse con el 'Ecce Homo', que ella intentó restaurar "con todo el cariño del mundo", ha explicado. La pintura permanece tal y como ella la dejó, y no se sabe todavía qué futuro deparará al 'Ecce Homo', que según Cecilia está "muy estropeado" al haberlo "manchado" ella misma. "Está para arreglarlo", ha reconocido, pero también ha dicho que mucha gente en el pueblo apuesta por dejarlo tal y como quedó tras su intervención.

Cecilia Giménez da las gracias, emocionada, a los vecinos de Borja que la apoyaron hace un año, cuando su restauración generó comentarios irónicos, incluso hirientes, en las redes sociales. Pero también a los miles de visitantes "de todo el mundo" que desde entonces han acudido al santuario a visitar su "obra", que ha reiterado que hizo "con todo el cariño", como venía haciendo "desde hace muchos años". Cecilia dejó la "restauración" a medio acabar porque se fue de viaje, y el Instituto de Estudios Borjanos dio a conocer el hecho.

70.000 visitas en un año

Desde que la restauración fuera 'trending topic' en Twitter en agosto de 2012, más de 70.000 personas han acudido a la iglesia de Borja para ver el fresco. Con unas dimensiones de 60 por 40 centímetros, esta pintura sigue generando la atracción de numerosos visitantes y el propio alcalde de Borja, Francisco Miguel Arilla, ha reconocido que "no lo esperábamos" para apuntar que "creíamos que la afluencia de público se pararía a los pocos meses".

La llegada de curiosos ha sido continua y "tras un pequeño bajón, especialmente en los meses de enero y febrero, en verano han vuelto a llegar los visitantes", ha detallado Arilla. Así ha comparado esta cifra de visitantes del Ecce Homo con las 6.000 entradas que anualmente se venden para acceder al Museo de Arte Religioso, que en un edificio de tres plantas "contiene obras de incalculable valor como unas tablas góticas", ha citado.

Contemplar el 'Ecce Homo' cuesta un euro, un pago simbólico que se impuso el pasado verano ante la avalancha de visitantes, pero "hay gente que dona más dinero". La recaudación de estas entradas y de las participaciones de lotería que se vendieron el año pasado se ha destinado a contratar personal para atender las visitas a la iglesia donde se ubica el eccehomo y para acometer mejoras en la residencia que tutela la Fundación Sancti Spiritus, según ha explicado el alcalde.