pan y circo

Primeras dudas

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De igual modo que el Cartagena parece un cohete con el mismo potencial del que Javi Gracia pilotó para el Cádiz la temporada 08/09, pues fue líder 32 jornadas consecutivas y acabó logrando el ascenso a Segunda A, el equipo amarillo en su actual versión (infinitamente más pobre que la diseñada por Quique Pina) ha tenido un comienzo un tanto renqueante, a tono con una pretemporada cogida con alfileres y un cambio en los despachos del estadio Carranza que a más de uno nos tiene con la mosca detrás de la oreja. Expresiones como presión añadida, obligación de ascender, club centenario o el flamante nuevo estadio vienen a añadir más madera a una polémica que se cocina a fuego lento, pero que puede estallar, a poco que en las próximas jornadas no acompañen los resultados. Lo cierto es que el ‘run run’ que hay alrededor de una plantilla de la que los entendidos en la materia no emiten juicios muy positivos invita a pensar que (otra vez y van...) nos espera una temporada cargada de disgustos y sufrimientos. El primer año sin Muñoz no va a ser, por tanto, muy distinto de los últimos que él protagonizó desde primera línea o a la sombra de Enrique Huguet. Vamos que a falta de alegrías deportivas, nadie se va a aburrir con el juego que van a dar italianos, japoneses y cartageneros. Para ir abriendo boca los más allegados al bolsillo del cordobés comienzan a sacar a la luz pública un arsenal de trapos sucios que –no se extrañen– acaben poniéndose a secar al calor de un juzgado. También es para echarse a temblar una de las últimas perlas del que fuera accionista mayoritario al asegurar que ha dejado el club en las mejores manos posibles y que ojalá el hubiera tenido en su tiempo los conocimientos futbolísticos de los actuales gestores cadistas. Y uno no sabe si echarse a temblar y salir corriendo o tener todavía con estos señores el beneficio de la duda.