ISOBARA
Actualizado:La profesión del futuro: meteorólogo. Si la misma palabra lo dice, mete-orólogo. El que se mete en el tiempo, en tu salón y en tu vida. Porque el tiempo, el meteorológico, antes era como mucho una socorrida conversación de ascensor, de esas en las que los vecinos que no tenían nada que decir (o mucho que callar) iban hilando tópico tras tópico hasta llegar a su planta. Pero ya no. Ahora el tiempo es una auténtica vedette, una estrella de la televisión, un 'trending topic' global, algo que nos importa más que la economía. Una ola de frío siberiano se convirtió la semana pasada en nuestro principal problema. Ola de frío siberiano, como le oí decir una vez con gran retranca y acierto a Iñaki Gabilondo, vendría a ser lo que antes llamábamos invierno. Ahora como ya prácticamente no hay invierno ni verano, el clima se nos manifiesta a través de fascinantes fenómenos en forma de olas. Ola de calor, ola de frío... Y las recibimos maravillados, como si jamás hubiéramos visto llover o nevar en nuestra vida. Gran parte de la culpa de esta exagerada representación escénica la tienen los actuales hombres y mujeres del tiempo televisivos, cuyas seseras empiezan a parecerme las principales víctimas del calentamiento global. Estos 'choumans' de la isobara nos relatan la llegada de una perturbación con el dramatismo con que un juglar atacaba un cantar de gesta. «Estamos muy emocionados con la ola siberiana», le oí decir a la vocacional Mónica López. Tan emocionados que se les fue un poco la mano, diría yo. Pero claro, que la realidad no te desmienta una sensacional(ista) previsión meteorológica. En el centro de la ciudad de Barcelona, por ejemplo, no cayó un copo de nieve, pero cerraron el 'Parlament' por dos días. Y la 'Universitat', también. Creo que las pistas de Baqueira estaban llenas de estudiantes y políticos. Ahora nos amenazan con otra nueva glaciación, que ya no sé si es la tercera o la cuarta. Y vuelve la alerta, roja, naranja, amarilla... Como si no lo tuviéramos ya bastante negro con la que de verdad está cayendo.