Vista panorámica del enlace de Puerto Real de la autopista AP4. La imagen es de noviembre de 1971. Se puee apreciar que la expansión urbanística no había empezado. :: LA VOZ
aniversario

La autopista se hace cuarentona

La conexión entre Sevilla y Cádiz cumple 40 años en mitad de la polémica por el peaje de Las Cabezas y la reivindicación del desdoble de la antigua N-IV

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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No hubo corte de cinta. Un anuncio en la prensa local bastó para anunciar la apertura de la autopista de peaje entre Sevilla y Cádiz aquel 5 de noviembre de 1971. Se trataba de todo un acontecimiento para ambas capitales, pero su trascendencia quedó reducida en la Bahía a una simple visita institucional y a un apretón de manos entre autoridades. El ministro de Obras Públicas de entonces, Gonzalo Fernández de la Mora, acudió un día antes del estreno a supervisar el trabajo y dio la bendición del Régimen, acompañado del entonces alcalde de Cádiz, Jerónimo Almagro. De esta forma se abrían al tráfico los primeros 70 kilómetros de una autopista de pago, demasiado avanzada para su tiempo. Se trataba del tramo entre Cádiz y El Cuervo. En enero de 1972, le tocó el turno al segundo tramo entre El Cuervo y Dos Hermanas. La carretera se convertía en la columna vertebral entre las dos provincias y, a su vez, en la alternativa a la tortuosa N-IV, que irrumpía por todos los municipios. Justo cuando se cumplen los 40 años de su apertura, los ingenieros pasan revista a esta excelente infraestructura diseñada casi en línea recta y sin grandes desniveles.

Su trazado fue fácil. El Estado era el propietario de la mayoría de los terrenos por donde estaba prevista la carretera y no fue necesario, por tanto, un proceso expropiatorio. Esta situación ayudó a agilizar los trámites y a perfilar un diseño sobre plano muy poco común. Es decir, las curvas quedaban casi suprimidas del trazado porque no había que salvar grandes latifundios, al tiempo que la orografía del terreno ayudaba sobremanera a un recorrido exento de túneles y sin puentes de grandes dimensiones. La construcción de la autopista fue una reivindicación sevillana que aprovechó el Banco Central, dueño entonces de la constructora Dragados. El banco puso el ojo en el sur de España, mientras observaba como en julio de 1969 se estrenaba en Cataluña la primera autopista de peaje del país entre Barcelona y Mataró.

La apuesta del banco y de Dragados fue avalada por el Gobierno de la época, aunque el Ministerio delegó en los promotores todas las competencias para la construcción de los 98 kilómetros, así como la apertura de tres puestos de peaje. Las obras comenzaron dos años antes y se llevaron a cabo con celeridad, debido a la ausencia de obstáculos.

El precedente del puente

El Banco Central sabía de antemano que Cádiz era un filón para la obra pública. Casi al mismo tiempo que se ponía en marcha el plan para la construcción de la autopista con Sevilla se inauguraba el puente de Carranza, lo que suponía la interconexión de la Bahía. En octubre de 1969 se abría al tráfico el puente, construido por Dragados. Esta obra civil marcaba un hito en la ingeniería del momento con un coste de 664 millones de pesetas de la época, 4 millones de euros ahora. La construcción del viaducto se gestó en 1964 y fue un empeño de los gaditanos abanderado por el entonces alcalde de la ciudad, José León de Carranza.

El objetivo no era otro que unir por autopista Sevilla con Cádiz aprovechando, por un lado, el puente, y por otro, esa línea recta que permitía el terreno entre ambas capitales. Dragados inició los trabajos de la autopista en 1969, casi de forma paralela a la culminación del puente Carranza. La autopista fue cogiendo forma en el inicio de los 70 y, ante la celeridad de los trabajos, muchos gaditanos gastaron bromas sobre su apertura. De hecho, era habitual aconsejar la autopista como atajo cuando aún no se había abierto.

La aprobación del ministro Gonzalo Fernández de la Mora puso a Cádiz en órbita con una de las mejores autopistas de Europa. Su estreno no caló en la sociedad hasta pasados unos años. El peaje de Las Cabezas a 18 pesetas, el de Jerez a 7 pesetas o las 25 pesetas que costaba cruzar por el puente de Carranza convertían a la autopista del Sur en un artículo de lujo, no apto para todos los conductores. La velocidad era de 130 kilómetros por hora y solo los grandes automóviles de la época eran capaces de circular con la aguja del velocímetro por encima de los cien. Así, no era extraño ver como muchos Seiscientos o Seat 1400 dejaban sus bielas en mitad del asfalto.

La autopista empezó a ser atractiva para los conductores en los veranos de mediados de los setenta. La conexión permitía el acceso directo a la costa gaditana y, además, en un tiempo récord. El primer avance para fomentar su uso se dio en 1978, cuando se eliminó el peaje del puente.

La autopista que cumple cuatro décadas se terminó en su totalidad en 1972, justo cuando culminaron los kilómetros que restaban hasta Dos Hermanas. Aquel año circularon por ella 2.466 vehículos de media al día. Hoy la intensidad media diaria es de 25.000 vehículos, aunque se han dado picos de 33.945 coches diarios.

Su trazado representa además un pulmón verde entre las dos provincias. La autopista cuenta con 300 hectáreas ajardinadas y el mantenimiento representa una inversión de 520.000 euros al año.

El 22 de mayo de 2005, los conductores vivieron otro momento de gloria en la autopista. La Junta llegaba a un acuerdo con la concesionaria para eliminar el peaje de Jerez. En ese momento, el paso costaba cinco euros y la Junta rescataba el peaje previo pago a la concesionaria de 72 millones de euros. La decisión fue celebrada por los socialistas gaditanos, mientras que el PP reprochó, por un lado, la existencia de peajes, y por otro, los 12.000 empleos que se podrían haber creado con ese dinero. La concesión expira en 2019 y aún quedan algunas incógnitas en el aire: ¿Se eliminará el peaje de Las Cabezas?, ¿Se desdoblará la N-IV?

El cumpleaños de la autopista tendrá lugar bajo un aire de polémica. Los dos accidentes mortales consecutivos ocurridos este verano en la N-IV en Los Palacios con tres personas muertas y dos heridos de gravedad han puesto de nuevo sobre la mesa la necesidad de desdoblar esta carretera. El Ministerio de Fomento tiene ultimado el proyecto, pero lo ha paralizado por la crisis alegando que existe una alternativa, la autopista. Los alcaldes de Las Cabezas, Los Palacios, Lebrija, Utrera y Dos Hermanas han hecho frente común en favor del desdoble y de la supresión del peaje. Habrá que esperar otro cumpleaños para despejar las incógnitas.