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Apemsa y Madre Coraje renuevan el convenio para la recogida de aceite usado

El acuerdo tiene un doble objetivo: concienciar a la población portuense de que este producto, una vez usado, es altamente contaminante y no debe verterse directamente en el alcantarillado y cooperar en el desarrollo de las comunidades empobrecidas de Perú

EL PUERTO Actualizado: Guardar
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Aguas del Puerto y la organización no gubernamental para el desarrollo Madre Coraje han firmado un nuevo convenio de colaboración con el objeto de proceder a la recogida domiciliaria de aceite vegetal usado. Este acuerdo tiene una doble vertiente: por una lado, concienciar a la población portuense de que este producto, una vez usado, es altamente contaminante y no debe verterse directamente en el alcantarillado y, a la par, cooperar en el desarrollo de las comunidades empobrecidas de Perú mediante una ayuda humanitaria basada principalmente en el reciclaje, como es la preparación de jabón a partir de esta materia prima y la obtención de biodiesel.

Como ha sido habitual durante los últimos años, Madre Coraje y APEMSA han renovado un acuerdo que está siendo muy beneficioso para ambas entidades. Ya existen en numerosos puntos de la Ciudad contenedores adecuados para recoger aceite vegetal usado que luego se reciclará y se convertirá en jabón. Muchos recursos económicos de los portuenses son usados cada año para eliminar estos residuos altamente contaminantes, que podrían ser usados en otras inversiones necesarias en la Ciudad. El aceite recogido por APEMSA y Madre Coraje en los domicilios portuenses supondrá que una gran parte de este producto no vaya a las alcantarillas y que con él se colabore en una actividad solidaria como es la elaboración de jabón con destino a zonas empobrecidas de Perú y otras regiones de América Latina.

Los aceites vegetales son los que usamos normalmente en nuestras casas o en la hostelería para freir o aliñar alimentos y suelen ser de oliva, girasol o soja. Actualmente, el sistema más utilizado para la eliminación de este producto, una vez usado, es el vertido a la red de alcantarillado, a través del fregadero. Esta práctica, además de los efectos negativos para el medio ambiente, afecta a la eficacia de los sistemas de depuración de las aguas residuales urbanas, suponiendo un gasto energético muy elevado. Con la recogida del aceite vegetal usado en los domicilios y la posterior preparación de jabón y biodiesel, se da solución a estos dos problemas de la sociedad contemporánea, a la vez que se colabora con una ONG que tiene un fin no lucrativo.

De ahí nace este nuevo convenio, con una doble intención: por una lado, concienciar a la población portuense de que el aceite vegetal usado no debe verterse directamente en el alcantarillado y, a la par, cooperar en el desarrollo de las comunidades empobrecidas de Perú y otros países latinoamericanos mediante una ayuda humanitaria basada principalmente en el reciclaje. De esta forma, Aguas del Puerto se compromete a donar anualmente material para la recogida de aceite vegetal usado y Madre Coraje será la encargada de la recogida periódica a los ciudadanos e industriales de la hostelería portuenses que quieran colaborar en este campaña.

Abaratamiento de los costes de saneamiento

Hay que ser plenamente conscientes de que los aceites no se disuelven en el agua, no son biodegradables, forman películas impermeables que impiden el paso del oxigeno, matan la vida tanto en el agua como en tierra y esparcen productos tóxicos que pueden ser ingeridos por los seres humanos de forma directa o indirecta. Sólo un litro de aceite usado puede llegar a contaminar hasta 1.000 litros de agua. Eliminar de la red de alcantarillado y de la depuradora estos residuos, le cuesta a El Puerto de Santa María una importante cantidad de recursos, que podrían ser utilizados en la construcción de nuevas infraestructuras. El aceite procedente de sartenes, freidoras y latas de conserva que se vierten por los fregaderos e inodoros provoca múltiples problemas, como la obstrucción de los desagües, ya que se solidifica y se adhiere a las paredes de las cañerías de los domicilios y en la red general del municipio, provocando atascos. Además, alimenta a los ratones, facilitando su reproducción y facilita la proliferación de las bacterias, lo que incide gravemente en nuestra salud.

La recuperación de estos residuos mejora la depuración de los sistemas de saneamiento, disminuye la producción de grasas en la planta depuradora, mejora el funcionamiento de los depósitos de aireación de la planta y reduce los vertidos al medio natural. La eliminación de los aceites vegetales residuales de la red de alcantarillado comporta una reducción notable de los costes en materia de saneamiento.

Una vez recogido el aceite vegetal usado, éste es almacenado en una nave que les ha cedido en nuestra Ciudad la Autoridad Portuaria. Cuando hay una cantidad suficiente de producto, se traslada a Jerez, donde está la sede central de la entidad y en un antiguo casco de bodega se procede a la elaboración del jabón. Periódicamente, la ONG envía contenedores de ayuda a Perú, donde a parte de este producto de higiene, se introducen medicamentos, ropa, material escolar, etc. El excedente de aceite se vende a una empresa ubicada en Barcelona que fabrica biodiesel. Con los beneficios obtenidos con esta venta, se financia parte del proceso de fabricación del jabón.