El PP denuncia que el nuevo convenio con Urbaser costará a la ciudad casi 560 millones

Un nuevo ejemplo de la mala gestión del gobierno local y de la política de «tierra quemada» del PSOE en Jerez. Así valoraban esta mañana desde el PP de Jerez la propuesta del plan de pagos a Urbaser por la recogida de basuras que se llevará al próximo pleno municipal del día 31 y que, como ya ocurriera con el acuerdo para la limpieza viaria, plantea un aplazamiento del abono de la deuda hasta el año 2027 que no solo encarece los costes, sino que «hipoteca el futuro de la ciudad».

Según han explicado esta mañana los concejales Bernardo Villar y Antonio Saldaña, en este nuevo acuerdo el Consistorio se compromete con Urbaser a pagar algo más de 178 millones de euros por la recogida de basuras hasta el años 2027, por lo que «se seguirá pagando a la empresa mucho más allá del 2019, que es cuando finaliza la concesión». Villar ha detallado las cifras y ha recalcado que el coste del servicio durante los años de la concesión asciende a unos 110 millones, a los que hay que sumar el importe de la deuda que «en vez de pagar ahora se aplaza» y que es de 32,6 millones, sin olvidar los 35,6 millones que tendrá que abonar la ciudad de Jerez solo en concepto de intereses por ese aplazamiento.

En total, la suma de esta propuesta del PSOE al acuerdo que ya se aprobó con Urbaser para el pago de la limpieza viaria implica que el Ayuntamiento se compromete a pagar casi 560 millones de euros a la empresa. Además, como ha puesto de relieve Villar, «a estas cifras habrá que sumar a partir de 2019 los alrededor de 20 millones anuales para pagar a la empresa que se haga cargo del servicio a partir de entonces».

Por si esto fuera poco, desde el PP han alertado de que este acuerdo con la concesionaria recoge en una de sus cláusulas la subida de las tasa de basura de un 38% en dos años para revisar el déficit tarifario del servicio.

En opinión del secretario general de los populares de Jerez la imposición de este plan de pagos por parte de la empresa es consecuencia de «la falta de confianza en el actual equipo de gobierno, que ya no convence a nadie para pactar mejores condiciones y revisar estos términos económicos tan duros». Saldaña también ha criticado que el PSOE «tome decisiones precipitadas a la desesperada en vez de sentarse a estudiar los costes, sobre todo cuando a estas alturas debería esperar a que sean los nuevos gobernantes los que negocien».