«Creen que nos tienen domesticados y de eso, nada»

Puede que para muchos la fecha del 13 de noviembre de 2010 sea sólo la de un sábado más en el calendario, pero para los funcionarios es el primer paso de una lucha que no acabará hasta que la Junta de Andalucía dé marcha atrás y derogue el decreto Ley 5/2010 sobre la reordenación del sector público. «Creen que nos tienen domesticados y que estamos comiendo de la sopa boba y de eso, nada», cuenta Eduardo Mestre, funcionario de la delegación de Obras Públicas y Vivienda. «Pero mañana -por hoy- será la primera vez que los funcionarios de toda Andalucía nos unamos para protestar y eso pese a la mala fama que tenemos a la hora de movilizarnos», añade Mestre. Por su parte, Silvia Franco, del sindicato CSIF, lo tiene claro: «No vamos a parar hasta que lo consigamos, porque si lo hacemos seguirán privatizando la Administración».

Está previsto que desde la provincia partan, a primera hora, unos 1.500 trabajadores públicos, a los que se les sumarán varios autobuses procedentes de Jerez y Algeciras. Llevan tiempo preparando la protesta y cuentan con todos los elementos necesarios para poder armar mucho ruido como silbatos, pancartas, pegatinas y tapones para los oídos. «Una vez en Sevilla nos reuniremos todos y saldremos a las doce de la mañana desde la Alameda de Hércules e iremos caminando hasta el Parlamento Andaluz».

Uno de los objetivos marcados es el de informar a los ciudadanos del motivo de la protesta. «La gente cree que nos manifestamos porque nos van a quitar el 5% del sueldo», señala Mestre, «pero va más allá, están en peligro nuestros derechos como trabajador». Ésta opinión es compartida por Eduardo Navarro, funcionario interino de la delegación de Igualdad y Bienestar Social. «A mí me duelen los codos de estudiar y trabajar y ahora le van a dar el puesto a uno por tener el carné de un determinado partido político».

Mestre afirma que a un funcionario «no se le puede despojar de su condición de funcionario», por lo que al instaurar nuevas agencias públicas de empleo «se crea una especie de limbo ya que las plazas de los empleados públicos desaparecen, aunque tampoco es algo que esté contemplado en el decreto». Los afectados se concentrarán hoy ante las puertas del Parlamento para evitar que siga adelante con el decreto que, Navarro califica de «aberración legislativa, propia de los tiempos del siglo XIX».