Díaz Ferrán suaviza el tono de sus críticas

El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, ha rebajado el tono de sus críticas y demandas al Gobierno ante la reforma laboral que se avecina. En un desayuno organizado por el Foro Nueva Economía asumió ayer que el abaratamiento del despido «no es el tema principal» de los cambios que se van a poner encima de la mesa tras advertir de que la patronal va a plantear «una lectura amplia» de las líneas marcadas por el Gobierno para modificar el mercado de trabajo, que «se quedan cortas».

La intervención del patrón de patronos fue mucho más comedida que en anteriores ocasiones. Se mostró en todo momento proclive al entendimiento con los sindicatos y con el Ejecutivo, a quien pidió que gobierne si en el entendimiento no es posible. «Queremos que nadie ponga líneas rojas (en el proceso de negociación) y que todo tenga la posibilidad de negociarse», insistió.

Entre las medidas que debe contener la reforma apuntó la 'flexiseguridad', es decir, conseguir quitar rigideces en el funcionamiento interno de las empresas sin empeorar las condiciones de los trabajadores. Recordó que sería interesante crear una nueva figura de contrato «estable e indefinido» para determinados colectivos con especiales dificultades como el de los jóvenes.

Díaz Ferrán negó injerencias del Gobierno para que abandone la presidencia de la confederación ante los conflictos que atraviesan sus negocios empresariales. «No lo creo», dijo tajantemente a la vez que descartó su salida del máximo sillón de CEOE, porque «me apoyan mis iguales y lo estoy haciendo bien», aunque «no cobro nada». Reiteró que se siente «muy cómodo» como presidente de la patronal. Y en relación con los problemas de Air Comet, echó balones fuera y aseguró que en el momento del cierre de la compañía él ya no era el propietario.