Problemas de conciencia

Es muy fácil hacerse adicta a las compras cuando una tiene dinero... así que, como excusa, lo de la adicción es una birria. Lo que tiene Shakira es mucho vicio por los trapos y no sabe cómo justificarse. Que no está ni bien ni mal, todo depende de la economía de cada uno y como a ella más que faltar le sobra, no tiene por qué suponerle ningún problema... al menos económico. Ella lo que tiene es un conflicto de conciencia a cuenta de tanto derroche y dice que como católica se siente culpable por gastar dinero frecuentemente. Claro que en lugar de cumplir la debida penitencia y prohibirse pisar un centro comercial en un mes, la cantante colombiana ha pensado que es mucho más fácil buscar una buena excusa. Y la ha encontrado. «Me sentía culpable, pero hoy por hoy pienso que las compras hacen que el planeta funcione, ya que en un mundo donde la gente no consume, la economía no avanza». Como justificación no está mal, pero es un descarado plagio.

Porque no hace ni dos semanas que Victoria Beckham salió con lo mismo cuando alguno quiso malmeter al desvelar que la ex Spice pija se había fundido la friolera de 350.000 euros en una tarde de compras por Milán. Dice Victoria que lo hace para echar una mano con la maldita crisis. Ella ha oído decir que los que tienen deben gastar. Y no se hable más. Claro que Shakira no es Victoria y eso de que derrocha para desatascar la economía no le convence ni a ella, así que no tardó en salir a defenderse como una de las artistas más solidarias. No le parece justo que su imagen se vaya al garete por unas compritas compulsivas y ha querido dejar bien claro que no todo el dinero se lo gasta en modelitos. «Voy con frecuencia a Colombia, he visto cómo muchos niños no se sienten seguros en la escuela y acaban dentro de la milicia o en el negocio del narcotráfico, y sé que yo puedo ayudar aunque sea en una pequeña parte». También fue una de las primeras famosas en implicarse con el drama que sufre la población de Haití y en hacer un llamamiento a la solidaridad. Algunos ya han respondido, como la actriz Scarlett Johansson, que se ha puesto a subasta ella misma, no se sabe si para sacar mucho dinero o para llamar la atención.

Pero volviendo a Shakira, lo suyo es reincidencia porque ahora es adicta a las compras pero hace un mes se confesaba adicta al chocolate. Y no tardará en salir a disculparse por su adicción a los hoteles de lujo, a los cochazos o al buen champán francés...