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El Mallorca sufre para eliminar al Rayo

La remontada definitiva, sin embargo, no llegó hasta el tiempo añadido, cuando un gol de Mario Suárez fulminó al Rayo y evitó la prórroga que ya acariciaban los madrileños

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El Mallorca, invencible esta temporada en el Ono Estadi, estuvo fuera de la Copa en su estadio durante una hora, pero remontó 'in extremis' bajo un diluvio y un vendaval de viento, relanzado por los goles de Víctor Casadejús, que en sólo 10 minutos le dio la vuelta al marcador y consiguió igualar una eliminatoria que se había complicado muchísimo para los baleares ante un Rayo que no aguantó el juego y el empuje local.

Se defendió muy bien el Rayo en una primera parte en la que los vallecanos tuvieron incluso la fortuna de golpear a la contra cuando se acababa ese periodo en el que al Mallorca le faltó puntería y mayor ambición. Sin embargo, tras el descanso, el Mallorca salió revolucionado, obligado a la remontada, y en un duelo que llevaba una sola dirección, con los de Manzano volcados, Víctor, despedido en camilla, se aprovechó de las debilidades de la zaga rayista para abrir las puertas de los cuartos de par en par a los baleares. Los cambios le dieron el resultado perfecto a Manzano y ahora espera el Getafe en cuartos, con Sevilla o Deportivo en el horizonte, aunque el Rayo se despide con dignidad.

Con mayoría de suplentes, el Rayo no pudo culminar la gesta en el Ono Estadi, aunque Pachón tuvo la oportunidad de poner a sus pies al Mallorca con un remate que se marchó rozando el palo a falta de 20 minutos para el final y que habría supuesto un empate que habría sido ya insalvable. Fue en el momento en el que el Mallorca, una vez igualada la eliminatoria, bajó el pistón, se relajó, y el Rayo intentó por fin salir de la cueva e equilibrar un duelo en el que sólo mandaban los baleares.

Toque de atención para el Mallorca

El 0-1 encendió las alarmas en el intermedio y obligó a un esfuerzo extra en la segunda parte, en la que la salida de Aduriz y el 'Chori' Castro, aunque la que de verdad fue determinante fue la de Mario Suárez, dio más mordiente a un Mallorca que entonces tuvo una efectividad plena para remontar. Le bastaron dos acciones, una de ellas a balón parado, para que Víctor, antes de retirarse lesionado, dejase en evidencia a la defensa de un Rayo que nunca le perdió la cara al partido y, lejos de hundirse, logró anular el fútbol de un Mallorca al que le faltó fluidez y continuidad.

Se frenó el Mallorca cuando todo pintaba a su favor y se creció el Rayo para maniatar al favorito, hasta que en el recta final los de Manzano volvieron a animarse y los madrileños, salvados entonces por su portero, empezaron a agonizar. El guardameta titular del Rayo en la Copa, Dani, tuvo dos intervenciones magistrales y su equipo pudo sobrevivir. Sin embargo, Pepe Mel ya lo veía muy negro en el banquillo con sus jugadores replegados por completo, y el Rayo rezaba por la prórroga. Hasta que un pase de Aduriz, con Mario Suárez en posición de fuera de juego, lo tocó Salva, para que el ex centrocampista del Atlético parase con el pecho y enloqueciese a los pocos aficionados resguardados en la tribuna que acudieron al Ono Estadi en una noche tan desagradable que acabó con final muy feliz.