Hacienda se lleva casi la totalidad del primer premio del sorteo

La población costera de Castelldefels explotó ayer de alegría cuando, poco después de las doce de la mañana, los niños del colegio de San Ildefonso cantaron el número 58588 como el primer premio del sorteo de la lotería de El Niño, dotado con 2 millones de euros por billete y 200.000 euros al décimo. El número más deseado se vendió en la administración número 1 de esta localidad del Bajo Llobregat, que tenía consignadas las 60 series: el número íntegro.

Sin embargo, la alegría no fue plena, ya que según explicó el lotero agraciado, José Suñer, el 58588, al ser un número no habitual del establecimiento y bastante «feo», costó mucho de vender. Sólo se ha comprado el 12% de los décimos agraciados. Por tanto, el 88% del premio recaerá en las arcas del Estado y sólo 14 millones de euros (que no son pocos) se repartirán entre los vecinos de Castelldfels, que nada más conocer la noticia muchos de ellos se tiraron a la calle a bañarse en cava. Uno de ellos, Sergio Terrao, casi ni se lo creía. «Aunque he visto a toda la gente por la calle, aún no me lo puedo creer, porque el billete lo compré ayer (por el martes)», explicó. «Sólo sé que quería uno acabado en 8», añadió. Doblemente contentos estaban asimismo un grupo de jóvenes de la localidad, porque además de El Niño, «pillaron un quinto premio» en el sorteo de Navidad.

La suerte que reparte el azar de la Lotería suele llegar, en ocasiones a quienes, han padecido alguna desgracia reciente. Una máxima típica que se ha cumplido en Almagro (Ciudad Real). Esta monumental localidad de 10.000 habitantes ha pasado en apenas dos semanas de quedarse sin abastecimiento de agua por las lluvias torrenciales, a obtener 60 millones de euros con el segundo premio de El Niño. Sesenta series del 42653 se han vendido íntegramente en la administración número 1 de la Plaza Mayor, llamada 'El Alabardero'. El establecimiento está abonado al número: «También está abonado el bar 'San Francisco', frente al Parador Nacional, que lo vende a sus clientes todas las semanas», explicó emocionado el lotero Vicente Ruiz del Valle. Igual de alegre estaba ayer el dueño del bar, José Antonio González -se quedó con tres décimos-: «Levamos 22 años abonados a este número y mi mujer soñó hace unos días que nos iba a tocar el primer premio». Bendito sueño, hecho realidad.