Economia

Salgado apuesta por retrasar la edad de jubilación para garantizar las pensiones

La vicepresidenta económica saca fuera del Congreso el debate sobre la reforma de las prestaciones

MADRID. Actualizado: Guardar
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Vivimos más años y lo razonable es alargar la vida laboral. Ésta es la tesis que la vicepresidenta Elena Salgado defendió ayer. De sus palabras, que causaron sorpresa incluso entre miembros del propio Gobierno, se desprende que la edad legal de jubilación establecida en los 65 años se debería retrasar. Pero los informes europeos reflejan que España es uno de los países que más tarde jubila a sus trabajadores. En 2008 lo hizo a los 62,6 años y en 2009 ya ha superado los 63 años. Además, la reforma del sistema público de pensiones es un proceso abierto que se encuentra en el Parlamento; en la comisión del Pacto de Toledo, encargada de velar por la viabilidad futura de estas prestaciones. Sus conclusiones siempre se han adoptado por consenso.

Las declaraciones de Salgado tuvieron lugar ante las cámaras de TVE. La vicepresidenta habló de un retraso «gradual» sin grandes consecuencias inmediatas. De no adoptarse cambios, las dificultades se producirá en los años 30 ó 40 del siglo XXI.

Un elemento distorsionador del proceso español es la prejubilación carente de regulación que echa de su empleo a miles de trabajadores con edad entre los 50 y los 60 años. La responsable de Economía reconoció que las empresas utilizan indebidamente esta fórmula y advirtió de que si se prolonga en el tiempo será insostenible.

Desde las filas del PP se ironizó con que «Salgado no sabía lo que decía». «La vicepresidenta pone de relieve el alto nivel de ambigüedad, improvisación e ignorancia de algunos miembros del Gobierno en el tema de las pensiones», añadió el diputado Tomás Burgos, a la vez que pidió respeto para el Pacto de Toledo. A su juicio, el presidente Rodríguez Zapatero y su responsable de Economía han expuesto teorías diferentes, puesto que lo que el jefe del Ejecutivo propugnó el pasado miércoles fue la conveniencia de aumentar los incentivos para que los trabajadores continúen voluntariamente en sus colocaciones una vez cumplida la edad de jubilación. Así, cerca de 20.000 trabajadores se jubilan cada año con más de 66 años. El colectivo más propenso a este retiro es el de los autónomos. La opción supone, entre otros beneficios, un incremento en un 2% de la cuantía de la pensión por cada año que el interesado pase de los 65 años en el mercado laboral.

La Unión Europea (UE) alerta de que las pensiones públicas no son inmunes a la crisis y apuesta por adaptar los sistemas y evitar que llegue el trágico momento en el que sea preciso recortar las prestaciones vigentes para salvar los programas públicos. En su opinión, resulta imprescindible mitigar riesgos y prever soluciones a medio y largo plazo. Los estudios comunitarios recogen que, en el 2001, los trabajadores españoles se retiraban a los 60,3 años de edad. Desde entonces no siempre la salida se ha retrasado progresivamente. En 2006 se produjo un retroceso y los jubilados pasaron de tener 62,4 años en 2005 a 62 doce meses más tarde.