Economia

Los tipos bajos conviven con créditos difíciles

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No todo es alegría en el negocio hipotecario. Quienes se acercan hoy a su sucursal para solicitar un préstamo tienen infinitamente más complicado lograrlo que hace un año o año y medio, cuando el dinero era caro. Las entidades financieras han cerrado el grifo y los pocos créditos que hay son más bien refinanciaciones de deudas anteriores.

Según datos de la Asociación Hipotecaria Española, la actividad hipotecaria en el pasado mes de septiembre apenas avanzó un 0,89% respecto al mismo mes de 2008, cuando un año antes ese mismo ratio crecía al 7,3%, y eso que la crisis ya estaba instalada .

La razón de ese corte de suministro de dinero es el miedo a la morosidad, que crece sin parar espoleada por el paro y la desconfianza generalizada.

La tasa de impagados en el conjunto del sistema es del 4,91%, que se queda en el 2,97% en el caso de los préstamos concedidos al sector residente para la adquisición de vivienda. El menor valor se explica porque los hogares dejan de pagar cualquier cosa antes que dejar de lado las cuotas de su piso.

Las entidades exigen ahora muchas más garantías -sobre todo, otros pisos, aparte de avales y nóminas- para conceder créditos que nada tienen que ver con los del 'boom'. Si en los años de bonanza se prestaba el 100% del valor del piso, y hasta más, hoy casi nadie concede por encima del 70% o 75% de ese importe que, por otra parte, también ha caído.