El toro que abrió la valla se queda castigado sin salir

Indulto o castigo. El malo de la clase, el que hace la gracia y, a última hora, estropea lo que a priori debía ser una jornada de fiesta. O el que, sin tener la menor culpa, carga con la condena. Según se mire, porque la decisión de la productora Calle Cruzada de descartar al astado que el domingo abrió la barrera de protección, y arrastró a sus compañeros de reparto, puede ser para el toro un alivio. Con la que está cayendo. Fuera de escena la res, que a estas horas debe estar disfrutando de un merecido día de descanso en la finca jerezana de la Martelilla -de Marqués de Domecq-, se simula una depuración de responsabilidades, mientras otros se escudan en el burladero de la reunión prolongada. La historia de siempre: el eslabón más débil siempre es el primero en caer, o en ser abatido. Se quedó sin minuto de gloria en el celuloide, pero bien se podría hacer una tournée por las televisiones.

Por otro lado, según ha podido saber este medio, Calle Cruzada se puso en contacto ayer mismo con varios corredores pamplonicas, en principio, descartados para el simulacro de encierro.

La precipitada llamada -también se habla de un técnico navarro- podría deberse a la búsqueda desesperada de profesionales que pudieran garantizar mayor seguridad en los ensayos con las reses, circunstancia que ha descartado la productora. «Todos son igual de cualificados», aseguran. Si no, con soltar el muerto...