Gallardón gana un pulso a la presidenta en el Ayuntamiento madrileño

El alcalde de Madrid trasladó al Ayuntamiento de Madrid su batalla con la presidenta de la comunidad, Esperanza Aguirre, y ganó pero sin relumbrón. Alberto Ruiz Gallardón, en una decisión sin precedentes, cogió el toro por los cuernos y sometió a votación una petición del concejal aguirrista del distrito de Vallecas, Ángel Garrido, para que dimitiera el vicealcalde y portavoz municipal Manuel Cobo, autor de unas explosivas declaraciones contra la líder del partido en Madrid, que el propio alcalde avaló.

La solicitud fue rechazada por 19 votos a 13. La continuidad del vicealcalde fue respaldada por los ediles gallardonistas, entre ellos los 11 que forman la Junta de Gobierno y que constituyen la guardia pretoriana del alcalde. En este grupo se alineó la teniente de alcalde y concejal de Medio Ambiente, Ana Botella, quien había hecho hasta ahora auténticos equilibrios dialécticos para no tomar partido por uno u otro. La esposa de José María Aznar tomó la palabra en la reunión de concejales del PP con espíritu integrador, aunque recordó que la decisión de sancionar a Manuel Cobo corresponde a la dirección nacional y no al grupo popular en el consistorio madrileño. Nadie duda en el PP que la petición de votación en el Ayuntamiento fue inducida por Esperanza Aguirre, y Alberto Ruiz Gallardón, sabedor de sus fuerzas, aceptó el envite. El alcalde explicó que no estaba «obligado a hacerlo», pero como «había un número significativo de compañeros» que pedían la dimisión de Cobo recurrió a la votación.

De los 34 ediles del PP en el ayuntamiento de Madrid votaron 32. El alcalde restó importancia a la división en el grupo municipal porque ahora, después de «las diferencias» internas, es el momento de «la grandeza» y de «dar una lección de responsabilidad» a los ciudadanos.