La ronda del escarmiento

Al equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Cádiz le cayó en octubre pasado, cuando la gran tromba, otro chaparrón. Fue el de las críticas de vecinos y oposición por una supuesta tardanza en comparecer en los lugares más afectados. Con la lección aprendida, escarmentados, ayer se echaron a la calle hasta siete concejales para comprobar los daños causados por la tormenta, finalmente menor. Evelio Ingunza, Paloma Bordons, Ignacio Romaní, Juan Antonio Guerrero, Jesús Tey, José Macías y la propia alcaldesa, Teófila Martínez, se pusieron el chubasquero para vestir su presencia ante los afectados más asustados. También hubo alerta para los técnicos de la empresa municipal Aguas de Cádiz. Se lanzaron a revisar, limpiar y abrir husillos desde la madrugada.