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El puente pisa el acelerador

Los diez millones de euros que se han adelantado permiten trabajar a destajo en la cimentación del pilar que se construye en el agua El nudo del Río San Pedro toma forma con otro empujón al viaducto

| CÁDIZ Actualizado: Guardar
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El pilar central del segundo puente que se construye en mitad de la Bahía se ha convertido en una obsesión para los técnicos de Dragados y los ingenieros de la Demarcación de Carreteras. Se trata del pilar número 12 de los 39 que tiene el viaducto, que emergerá del mar como un coloso hasta alcanzar los 180 metros de altura, 30 más que las torres de electricidad de Sevillana-Endesa. Su construccion resulta clave para la colocación del tablero y corre prisa para componer la estructura atirantada del puente. El Gobierno central ha adelantado diez millones de euros con el fin de acelerar los trabajos. El objetivo no es otro que abrir al tráfico el nuevo puente antes de finales de 2011. Las obras se centran en estos momentos en la culminación, por un lado, del nudo de Río San Pedro y, por otro, en los dos pilares centrales del puente que se levantan en La Cabezuela y en el mar.

Dos potentes grúas colocaron en el agua a mediados del pasado marzo el cajón estanco, que servirá para cimentar la columna central. Desde entonces, una plataforma se encuentra instalada en esa zona para seguir con los trabajos. El proceso consiste en vaciar de su interior el agua, colocar 72 pilotes en el suelo marino, a unos 30 metros de profundidad, y hormigonar hasta la superficie. Este complejo procedimiento se ha convertido en un quebradero de cabeza para los jefes de obra y en la aguja que marca los tiempos del proyecto. De su terminación depende la puesta en marcha del tramo atirantado y la colocación de la plataforma.

El otro eje del puente sigue su curso en la orilla del muelle de La Cabezuela, donde toma cuerpo la pila 13, hermana gemela de la 12. La diferencia entre ambas radica en que este pilar se construye sobre tierra firme. Las dos forman la estructura principal del puente y la distancia entre una y otra es de 540 metros. El tablero se colocará a una altura de 72 metros sobre el agua, mientras que el gálibo de seguriadd se ha fijado en 69 metros. Esa es la altura máxima que deben tener los barcos que crucen por debajo.

De Álvarez a Blanco

El ministro de Fomento, José Blanco, visitará las obras el próximo 19 de agosto y estará acompañado en el recorrido por la secretaria de Estado de Transportes, Concepción Gutiérrez. El pasado noviembre, la entonces ministra del ramo, Magdalena Álvarez, fue la encargada de inspeccionar los trabajos. Acudió a la Bahía con el ingeniero que ha diseñado el puente, Javier Manterola, y prestó atención al pilar que se levanta en La Cabezuela, cuya cimentación ocupa la mitad de un estadio de fútbol. El ministro Blanco se interesará en su primer viaje a la Bahía por una de las fases más complejas del proyecto: la construcción de la pila central en el agua. Para ello, se prevé una visita en barco por la zona de obras y un recorrido por el muelle. Este periódico ha podido saber que el ministro es consciente de la importancia que tiene la obra del pilar central para acelerar el proyecto. Las dos columnas llevarán 88 tirantes cada una, 176 en total, y aguantarán las 2.300 toneladas que pesa la estructura. La empresa Dragados offshore será la encargada de construir el entramado de tirantes, como ya hiciera con los cajones estancos. Fuentes consultadas por LA VOZ han señalado que la plataforma entre ambos pilares se colocará por tramos. Es decir, una vez terminadas las columnas se irán instalando los tirantes y parte del tablero. La construcción se hará partiendo de ambos extremos hasta juntarse en el centro de la Bahía.

Polémica con la glorieta

El desembarco del puente en la orilla de Cádiz ha destapado de nuevo la caja de los truenos. La alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez, ha vuelto a la carga con la glorieta prevista frente a El Corte Inglés. El Ministerio de Fomento presentó en mayo el proyecto definitivo a los vecinos sobre la reordenación de tráfico y confirmó que la glorieta se hará en altura, ya que técnicamente es inviable colocarla a cota cero. La pendiente que trae el puente y el encuentro de su plataforma con el suelo firme son las causas que obligan a elevar unos tres metros la rotonda y a practicar un subterráneo para el tráfico entre las avenidas de las Cortes y la de la Bahía. Esta solución ha sido rechazada de plano por la alcaldesa, partidaria de una gran rotonda al mismo nivel y con una regulación del tráfico a través de semáforos. Según Teófila Martínez, la rotonda que plantea Fomento separa a los barrios de La Paz y Astilleros al crear barreras arquitectónicas insalvables. Los vecinos afectados por la obra piden a los políticos que se pongan de acuerdo y sean los técnicos quienes den el veredicto. El arquitecto Juan Jiménez Mata ha lamentado que el debate de la rotonda sea ahora más político que técnico y subrayó que «este puente le viene grande a Cádiz, que no cuenta con grandes vías en su interior para absorber el tráfico».

Por lo que respecta al nudo de Río San Pedro, el viaducto que canalizará el tráfico en dirección al segundo puente o hacia la entrada a Cádiz por el puente Carranza, sigue su curso. Los trabajos se centran ahora en una segunda fase para completar este puente que conectará desde las inmediaciones de Navantia con la N-443, a la altura de Delphi. Por debajo del viaducto se permitirán los giros hacia el polígono del Trocadero y La Cabezuela. De esta forma, se ha habilitado una carretera provisional mientras duran los trabajos del viaducto.