Salgado hará otra ronda para cerrar el pacto de financiación

El vicepresidente tercero y ministro de Cooperación Territorial, Manuel Chaves, anunció ayer que el Gobierno hará una última ronda con las comunidades para cerrar el modelo de financiación autonómica. La vicepresidenta segunda, Elena Salgado, será la encargada de mantener la reuniones con los responsables económicos de las 15 comunidades que se rigen por el régimen general antes de la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera del 15 de julio, que, en teoría, debe refrendar el acuerdo.

Chaves hizo el anuncio durante su primera comparecencia en la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado, en la que a lo largo de nueve horas, con una interrupción para comer, debatió con consejeros de todos los territorios, salvo La Rioja. Extremadura elevó el rango de representación al presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara. El vicepresidente tercero instó a las comunidades a hacer un esfuerzo para sellar un pacto sobre financiación y no dejar esa responsabilidad en exclusiva al Gobierno. Un acuerdo, dijo, es «cuestión de dos partes» y no «responsabilidad exclusiva» de una, de modo que si no hay un esfuerzo por parte de todos el entendimiento «será imposible».

Chaves defendió, entre otros puntos, que el nuevo sistema garantice una financiación igualitaria porque el reparto de los recursos no puede «crear desigualdad» entre las autonomías como ocurre ahora. Admitió que el acuerdo no va a ser sencillo porque a las dificultades inherentes para poner a todos de acuerdo se suma la crisis económica que aporta «un plus de dificultad». Garantizó, sin embargo, que ninguna va a perder dinero con el nuevo sistema y se tenderá a buscar la equiparación de la financiación por habitante, ya que con el modelo en vigor existen diferencias de hasta 900 euros entre unos territorios y otros. Eso es «injusto», precisó.

El consejero de Interior de la Generalitat de Cataluña, Joan Saura, se mostró escéptico ante la nueva ronda de contactos. «No espero nada», dijo tras la reunión de la comisión. Para justificar su desconfianza recurrió al debate mantenido con Chaves en el Senado, del que las autonomías se llevaron «buenas palabras» y «consideraciones generales», pero ninguna concreción a sus demandas.

El vicepresidente tercero también expuso el programa de su departamento y situó entre sus prioridades, además de la financiación, desbloquear los procesos de traspasos que están atascados, dotar de un reglamento a la Conferencia de Presidentes, y modernizar las relaciones entre las administraciones. Se comprometió asimismo a comparecer una vez cada periodo de sesiones en la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado.

En la reunión, los consejeros pudieron expresarse en las lenguas oficiales de sus respectivas comunidades autónomas, y así, el representante de la Generalitat lo hizo en catalán, al igual que el representante de Baleares; el vicepresidente de la Comunidad Valenciana habló en valenciano, y el consejero de la Xunta, en gallego. La representante del Gobierno vasco, en cambio, escogió el castellano.