Deben saber que no son impunes

Sanlúcar fue ayer escenario de una importantísima operación contra el narcotráfico. Aquellos que desde hace más de dos décadas nos hemos empeñado en luchar contra esta lacra que afecta a nuestra sociedad nos sentimos muy satisfechos por este tipo de actuaciones que, por otra parte, no nos sorprenden. Lo digo porque, desde hace tiempo, denunciamos la situación que vive en los últimos años los municipios ribereños del Guadalquivir. Similar a la vivida en La Línea de la Concepción durante la década de los ochenta o, más adelante, en los noventa, en Barbate. Por tanto, este gravísimo fenómeno no es ni mucho menos nuevo, aunque a la Federación Provincial Nexos, no deja de sorprendernos que en poblaciones como Sanlúcar o Chipiona no hayan aprendido de lo ocurrido en otras, como las antes citadas. La situación que sufren es muy peligrosa, ya que permitir por acción u omisión que los traficantes campen a sus anchas puede provocar que muchos jóvenes vean esa actividad como una forma de vida y se dejen persuadir por el dinero fácil y rápido. Si entran en ese círculo, antes o después pasarán a engrosar las listas de reclusos. Además, cuando se vive al límite y sin límites, del tráfico con la droga se pasa a consumirla; como les ocurrió a muchos jóvenes de La Línea o de Barbate, muchos de cuyos nombres figuran hoy en lápidas ante las que lloran sus familias. Por ellos, por los que perdieron su vida, pero también por los que aún tienen un futuro y son nuestra esperanza, las operaciones como las realizadas en Sanlúcar son una magnífica noticia. Un buen hacer que diluye la sensación de impunidad que los narcos pretenden transmitir a los jóvenes. Aquellos que lanzan estos cantos de sirena deben encontrarse frontalmente con un «NO», por una sociedad unida contra las drogas.