La viuda de Vicente Ferrer, la periodista británica Anne Perry (d), junto al presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, que acude en representación oficial de España, y a la portavoz del Partido Popular en el Congreso, Soraya Saénz de Santamaría (i) en la capilla ardiente del filántropo catalán, que se ha instalado en la sede de la fundación Vicente Ferrer, en Anantapur, en el sur de la India. / Efe
capilla ardiente

Más de 300.000 indios rinden homenaje a Vicente Ferrer

El entierro del filántropo catalán, declarado funeral de Estado, tendrá lugar mañana

ANANTAPUR (LA INDIA) Actualizado: Guardar
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Más de 300.000 indios y las autoridades españolas se han acercado a un remoto pueblo del sur de la India para arropar a la familia de Vicente Ferrer, cuya capilla ardiente permanece abierta hoy a la espera de que el cooperante español sea enterrado. La capilla está alojada en una sala de conferencias en la localidad meridional de Anantapur, decorada con motivos florales y donde tan sólo se escucha el sonido de una flauta tradicional india.

En el centro del recinto se halla la urna transparente, a la que se van acercando de forma ordenada y silenciosa vecinos de Anantapur y otros pueblos más apartados para despedirse del filántropo catalán, que será enterrado mañana. En la entrada del complejo hay varios carteles con la imagen de Vicente Ferrer y letreros en inglés y español en los que se lee: "Estamos muy orgullosos del padre Ferrer".

"Las palabras no son suficientes para expresar lo que hemos vivido", ha relatado a un pequeño grupo de periodistas el hijo de Vicente Ferrer, Moncho, que ha descrito cómo durante los últimos tres días transcurridos desde el fallecimiento de Ferrer, 300.000 indios han llegado desde "miles de pueblos" del vasto distrito de Anantapur, homónimo de la población donde se halla el epicentro de la labor humanitaria de la Fundación Vicente Ferrer (FVF). "La gente me dice: 'Moncho, no pares, hemos perdido a nuestro padre, tienes que llenar el hueco'".

"Vicente ha sido el primero que realmente ha ayudado y mejorado las vidas de estas gentes", evocaba un Moncho Ferrer visiblemente emocionado. Tanto el hijo como la viuda del cooperante español, Anna Ferrer, han recibido el aliento de los lugareños para continuar con la obra del ex jesuita, que llegó en 1952 a la India y luchó desde entonces casi ininterrumpidamente para erradicar la pobreza y la discriminación.

Bono y Sáenz de Santamaría, en el entierro

En representación de España ha llegado a Anantapur el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, que ha abrazado a ambos y ha departido con ellos en la sala que acoge la capilla ardiente. "Nadie muere mientras no se le olvida y Vicente Ferrer vivirá en el corazón de todos los que le conocimos", declaró Bono a un grupo de periodistas españoles. "Por encima de obispos, políticos, reyes, los que deben quedar claramente reconocidos son los que entregan su vida por los demás y lo hacen durante toda la vida. Ése es (el caso de) Vicente Ferrer", afirmó el político español, quien calificó de "milagro laico" la obra humanitaria de Ferrer.

Bono ha llegado por carretera a Anantapur tras aterrizar en un avión de las Fuerzas Aéreas en la cercana ciudad india sureña de Bangalore, acompañado por la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría. "Todos los españoles estamos muy orgullosos" de Ferrer, ha señalado Saénz de Santamaría. "Veníamos hablando durante el trayecto si había un español más ilustre que él, y no nos salía ninguno".

A Anantapur también se ha desplazado el embajador en Misión Especial para Asia, Juan Manuel López Nadal, mientras que la viceconsellera de Asuntos Exteriores y Cooperación de la Generalitat de Cataluña, Roser Clavell, llegará de madrugada para asistir a la ceremonia. El entierro de Ferrer, declarado funeral de Estado por las autoridades del estado de Andhra, tendrá lugar mañana a las 10.30 horas locales (05.00 GMT) en Bathalapalli, a unos 30 kilómetros de Anantapur.

Mientras, niños y ancianos, mujeres y miembros de la casta intocable ("dalit"), apuraban hoy las últimas horas para dar las gracias entre lágrimas a un tenaz filántropo cuya obra social ha beneficiado a 2,5 millones de indios.