Fotografía de los cadáveres de tres indígenas tomada después de los disturbios en la provincia de Bagua, Perú. / Efe
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Nueve policías muertos y siete desaparecidos de los 38 secuestrados por indígenas en Perú

Al menos 34 personas han muerto en los mayores disturbios registrados en el país en años

LIMA Actualizado: Guardar
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Nueve agentes de policía han muerto y siete más están desaparecidos de entre los 38 que estaban secuestrados por un grupo de indígenas en la zona de Bagua, escenario de violentos enfrentamientos en la jornada de ayer. Así lo ha confirmado el ministro de Defensa, Antero Flores-Aráoz, en declaraciones a la cadena Radio Programas del Perú, que ha añadido que 22 agentes fueron liberados con vida.

Por su lado, el jefe del Estado Mayor de la Policía Nacional, Miguel Hidalgo, ha manifestado a RPP que los nueve agentes policiales "han sido muertos por los nativos", tras agregar que hay un herido grave y "seis o siete policías que no han sido habidos (ubicados)" y que confían en que hayan podido huir de sus captores.

Los rehenes estaban retenidos desde la tarde de ayer en una estación de bombeo de petróleo en un lugar llamado Imazita (Bagua, norte de Perú ) por centenares de manifestantes, después de una sangrienta jornada de protesta. El ministro de Defensa ha informado que el puesto 6 de Imazita, tomado por los indígenas "ya ha sido recuperado" por las fuerzas del orden y los 22 policías liberados se encuentran a salvo en un cuartel militar de la zona.

La muerte de los nueve policías aumenta a 20 el número de agentes fallecidos en los violentos sucesos que se iniciaron ayer en la provincia de Bagua, en el norte peruano, en el marco de una larga protesta de las comunidades nativas contra una decena de decretos. Además de los policías muertos, el Gobierno asegura que hay solamente tres civiles fallecidos en los enfrentamientos de ayer en Bagua, aunque fuentes médicas aseguran que son 25 los fallecidos entre civiles.

Jornada sangrienta

Al menos 34 personas, entre agentes y manifestantes, murieron anoche en el violento desalojo por parte de la Policía de una carretera al norte de Perú, lo que desató la ira de los vecinos de las poblaciones amazónicas cercanas, en una oleada de violencia que hace temer un mayor número de víctimas. Unos 2.500 indígenas habían bloqueado la carretera con piedras y troncos desde la semana pasada y casi 450 policías fueron llamados para realizar el desalojo, que se cumplió en pocas horas.

Pero el enfrentamiento generó una oleada de violencia en al menos tres poblaciones vecinas, de las cuales Bagua (1.000 kilómetros al norte de Lima), fue la más afectada. Allí la población enfurecida por el operativo policial incendió edificios públicos, intentó tomar la sede policial y realizó saqueos.

Disturbios callejeros

Un oficial de la Policía en Bagua ha alertado de la situación de descontrol, con pobladores lanzados en una protesta donde ha habido incendios y saqueos. "Nos encontramos defendiendo nuestra comisaría. La turba quiere atacar la comisaría y está atacando varios locales. Estamos esperando refuerzos", ha señalado el oficial. La ministra del Interior, Mercedes Cabanillas ha descrito la situación en Bagua como "un caos, han quemado locales públicos", mientras el canciller José Antonio García Belaunde indicó que el gobierno ordenaría el toque de queda en la zona.

El presidente Alan García justificó la acción, señalando durante un acto público que "llegó el momento de abrir las carreteras y abrir los ríos y asumir las responsabilidades". El mandatario ha señalado que el gobierno ha tenido "mucha serenidad y frialdad, pero cuando se dice vamos a bloquear y a cortar el gasoducto, que nos dejaría sin luz a todos los peruanos, qué puede hacer el gobierno sino actuar con energía para poner orden".