opinión

Un rayo no provoca un accidente aéreo

Cada vez que se produce un siniestro se pone de manifiesto que hay que seguir trabajando en materia de seguridad

DECANO DEL COLEGIO OFICIAL DE PILOTOS DE LA AVIACIÓN COMERCIAL Actualizado: Guardar
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Un rayo no provoca un accidente aéreo. De hecho, los aviones están construidos a prueba de ellos y pasan por diversas procesos de certificación que lo acreditan. Un entorno tormentoso en crucero tampoco es causa por sí sola de un accidente, pero sí puede contribuir a agravar complicaciones previas que hayan aparecido en la aeronave; por ejemplo, en los instrumentos de navegación o en los sistemas que hacen posible el control del avión, de manera que el piloto se quede sin referencias instrumentales o mermado en su facultad de gobierno del aparato. Si esto ocurre, se activan una serie de protocolos de actuación y el comandante del vuelo tiene que identificar la avería, distribuir tareas entre la tripulación y, lo más importante y complejo, controlar el avión.

Aunque aún se desconocen las circunstancias del accidente del vuelo de Air France entre Río de Janeiro y París, sí sabemos las complicaciones a las que hacen frente los vuelos que se realizan sobre el Atlántico Sur. La falta de cobertura hace que las comunicaciones sean difíciles, de mala calidad y con un ruido de fondo constante, ya que se efectúan con equipos HF y no VHF. Las conversaciones entre piloto y controlador se llevan a cabo bajo estas condiciones en puntos espaciados entre sí una hora u hora y media, ya que no existe un controlador de tierra que supervise la posición del avión en cada momento por falta de cobertura radar. Junto a ello, la ruta seguida por el vuelo de Air France atraviesa una zona donde la formación de tormentas es habitual, al tratarse de un Frente de Convergencia Intertropical.

A estos datos objetivos se han sumado en las últimas horas numerosas hipótesis y especulaciones, pero únicamente la investigación que acaba de iniciarse esclarecerá las verdaderas causas de este trágico accidente y establecerá las recomendaciones que debemos adoptar para que nunca se vuelva a producir. El compromiso de los pilotos con la seguridad es total y siempre nos mueve la necesidad de la mejora continua. Cada vez que se produce un accidente aéreo se pone de manifiesto que hay que seguir trabajando, que es preciso seguir invirtiendo y hay que ir a más en lo que seguridad aérea se refiere. Probablemente, conforme avancen las averiguaciones se encontrarán muchos factores que ya han estado presentes en otros incidentes y accidentes. Aún no hemos sido capaces de manejar esta información preventivamente para evitar futuros siniestros y ésa sigue siendo una tarea pendiente que debemos acometer desde ya.