«Para mi gusto, hay pocas personas que tengan estilo»

Su vida ha estado siempre ligada a la imagen. De niña ya se movía entre sets de rodajes, detrás de los focos, ayudando a su madre, estilista de spots publicitarios. No imaginaba entonces que, con el tiempo, seguiría sus pasos. María Palacios fichó hace diez años como estilista de la revista ¡Hola!, donde ha dejado su sello en más de cincuenta reportajes. Ahora ha ampliado su campo profesional: cada miércoles presenta Hola News en www.hola.com y está centrada en la expansión internacional de la revista. Aunque ya no es su actividad principal, cuando se lo solicitan apaga el ordenador y deja volar su imaginación hasta dar con una historia, una idea, sobre la que crear esa imagen que llegará al lector.

-¿Cómo prepara los estilismos?¿Habla previamente con el personaje?

-Sí, y le propongo una idea, una historia o un estilo, siempre teniendo en cuenta a quién vas a vestir. Hay muchísimos tipos de reportajes: desde la persona que posa en su casa, a la que va a presentar un libro y quiere algo menos extravagante, hasta un reportaje en el que puedes dejar volar tu imaginación, crear y sorprender. A mí me gusta poner mi sello, reflejar mi estilo y jugar con los contrastes, hacer algo inesperado.

-¿Y cuál es su estilo?

-Depende de a quién y qué tipo de reportaje esté haciendo. La clave es no limitarte a uno; ahora sí, rara vez pondría algo a alguien que yo no me pusiera o no me gustara. Siempre intento inventar una historia y en torno a eso, crear algo. Lo que sí que me aburre -y que tengo que hacer muchas veces- es vestir a una persona con trajes de alta costura, en un sitio muy elegante, con el personaje muy arreglado... Lo hago, pero no es lo que me divierte. Siempre que tengo oportunidad, intento hacer algo más inesperado.

-¿Y a nivel personal? ¿Cómo definiría su estilo?

-Simple pero divertido, evito lo que se lleva o está de moda, huyo de los tacones por el día y no suelo ir de compras en España.

-El de estilista, ¿es un trabajo muy creativo?

-Sí, pero no es sólo el estilismo lo que tienes que tener en cuenta para un buen resultado. Yo me encargo también de elegir una buena localización, un buen fotógrafo, un buen equipo de maquillaje y peluquería... Y una de las claves para que todo salga bien es llevar muchas más opciones de las que se necesitan. Y sobre la marcha se te van ocurriendo cosas. No lo puedes tener todo estructurado y pensado.

-¿Puede llegar a ser estresante?

-Sí, cuando cuentas con poco tiempo, tienes que vestir a una familia entera o cuando no te apetece el personaje, que puede pasar. Lo más aburrido de todo es devolver la ropa (risas). Me gusta asegurarme personalmente de que todo está bien, que nada se ha manchado... Es cuestión de educación.

Buenas amigas

-¿Hay algún personaje que le haya sorprendido?

-Lo que más me ha sorprendido es que he llegado a hacer buenas amigas a raíz de un reportaje. Eso no me lo esperaba.

-¿Es imprescindible la figura del estilista en un reportaje?

-Totalmente. En un reportaje no es la única persona que interviene, pero sí que es clave para un buen resultado.

-Para ser estilista, ¿hay que tener estilo?

-Sí, hay que tener experiencia, buen gusto y una buena agenda. Es bueno conocer tanto a los diseñadores como a quien se ocupa del departamento de prensa de las firmas.

-¿Es más fácil vestir a alguien sin estilo o es mejor que entienda de moda?

-No hace falta que sepa, porque para eso ya estamos nosotros. Pero además no es primordial estar al tanto de las últimas tendencias para hacer un buen estilismo. Para mí ser elegante no tiene nada que ver con moda. Casi te diría que cuanto más se entiende de moda o más se siguen las tendencias, menos elegante se suele ir vestida. Si nos referimos a elegancia como la forma de vestirse, porque la elegancia para mí es mucho más que eso, es una manera de ser, de hablar, de moverte.

-¿A quién le gustaría vestir?

-A Michelle Obama.

-¿Cuál es su referente de estilo en España?

-Creo que, en España, para mi gusto, hay pocas personas que tengan estilo. Me gusta Carolina Herrera hija, Laura Ponte, Marta Chavarri y, por supuesto, mi madre.