El presunto etarra Iker Esparza, detenido en París tras huír de la policía francesa. / Atlas
lucha contra el terrorismo

Detenido en París el presunto etarra Iker Esparza armado con una pistola y conduciendo un coche robado

El arrestado, con antecedentes por 'kale borroka', se dio a la fuga tras verse sorprendido por la Policía gala

BAYONA Actualizado: Guardar
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El mismo día en que ETA ha levantado su voz con una entrevista en Gara, la policía francesa ha hecho oír su autoridad al detener en París a un presunto miembro de la banda que iba armado con una pistola y conducía un coche robado, según fuentes de la lucha antiterrorista. Se trata de Iker Esparza Ortega, con antecedentes por 'kale borroka', y que portaba en el momento de su arrestro varios juegos falsos de documentación, un revólver y un pen-drive.

La captura del presunto etarra fue realizada a las cuatro y media de la madrugada por una patrulla de la seguridad urbana, que encontró sospechosos los movimientos de un coche en una zona. Los agentes se dirigieron a identificar al conductor, pero el automovilista se dio a la fuga, por lo que la patrulla salió en su persecución hasta que logró interceptar al coche. Los agentes comprobaron que el vehículo estaba robado y llevaba placas de matrícula falsas, mientras que entre la documentación incautada figuran papeles con su nombre y apellidos, lo que ha facilitado la verificación de su identidad.

Los agentes que le detuvieron le trasladaron a las dependencias de la Subdirección Antiterrorista de la policía judicial (SDAT). Su arresto se produce el mismo día en que la organización terrorista ha afirmado, en una entrevista al diario vasco Gara, que está inmersa en un proceso de reflexión para fijar una "estrategia político-armada eficaz" tras reconocer el "bloqueo" en su objetivo de alcanzar la independencia en el País Vasco.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha manifestado que Esparza "tenía responsabilidades, no era un etarra irrelevange y era conocido de las Fuerzas de Seguridad Españolas". "No atraviesan un momento especialmente unitario, más bien parece que hay entre ellos algunas diferencias", ha señalado el titular de Interior en rueda de prensa tras reunirse en Bruselas con el vicepresidente de la Comisión y responsable de Justicia, Libertad y Seguridad, Jacques Barrot.

Iker Esparza fue condenado en 2002 a cinco años de prisión por lanzar 'cócteles molotov' contra un tren estacionado en Ventas de Irún, el 9 de agosto de 1998. En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal señalaba que Esparza y otros tres acusados abordaron "un tren conocido como el topo de la sociedad Euskotren", con trayecto entre Hendaya (Francia) y San Sebastián. Cuando el tren se encontraba parado en la estación de Ventas de Irún, los acusados ordenaron al conductor que abriera las puertas, momento en el que lanzaron varios "cócteles molotov" al interior de la cabina, que quedó calcinada.

Vinculado al aparato de falsificación

La Policía investiga la posible vinculación de Esparza con el aparato de falsificación de la banda. Los únicos dos arrestos practicados en la capital francesa desde el final de la tregua están vinculados a la falsificación de documentos, la última la del jefe de ese aparato, Ekaitz Sirvent, arrestado en la estación de tren el 10 de abril pasado. Sirvent había salido de Toulouse ese mismo día y acudía a París, presumiblemente, a reunirse con alguien. En su poder se halló un ordenador portátil, diez lápices de memoria USB, tres discos duros externos y una treintena de CD-Rom.

Otro jefe de falsificación, Iker Beristain, fue detenido el 3 de julio de 2007 en los alrededores de París a bordo de una furgoneta cargada con enseres cuando intentaba mudarse, de noche y precipitadamente, junto al también etarra Liher Rodríguez. Las de Beristain, Sirven e Iker Esparza son las detenciones practicadas más al norte del país desde el último alto el fuego declarado por ETA y roto formalmente en junio de 2007.