Una policía forense guarda los indicios recogidos en el coche de Martitegi. / EFE
ESPAÑA

Vigilan que ETA no recupere a huidos

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Las Fuerzas de Seguridad del Estado (FSE) están en alerta desde hace meses ante la posibilidad de que ETA recurra a veteranos procedentes de Sudamérica para intentar recomponer su estructura, diezmada por la presión policial. Tanto la Policía como la Guardia Civil han extremado sus precauciones para controlar al núcleo de activistas que vive escondido en países como Cuba, Venezuela o, en mucha menor medida, México, y que podrían ser llamados por la banda para intentar poner orden en sus filas.

Los expertos de la lucha antiterrorista tienen la certeza de que en la cúpula de la banda sí que se encuentran los veteranos José Luis Eciolaza Galán, Dienteputo, y Juan Cruz Maiztegi Bengoa, Pastor. Ambos terroristas, pasaron por un periplo mexicano antes de regresar a Francia a finales de los 90.

Las operaciones policiales llevadas a cabo en el último año contra la cúpula de la banda han revelado que la dirección militar de la banda ha recaído cada vez en jóvenes menos expertos y sin preparación. Martitegi llegó al aparato que supervisa los comandos apenas dos o tres meses después de que huyera de Vizcaya y las frenéticas detenciones de Txeroki y Aitzol Iriondo le auparon a la jefatura militar.

Por otra parte, los expertos de las fuerzas de seguridad habían atribuido en los últimos meses la baja actividad de ETA a que la presión policial le estaba obligando a reorganizarse en la búsqueda de mayores medidas de seguridad interna. Las últimas operaciones han revelado que la organización está otorgando más peso a los miembros legales dentro de sus movimientos.

A finales de marzo, una célula de la banda hizo estallar una bomba junto a la vivienda de un empresario de Amorebieta, en lo que ha sido hasta ahora el último atentado de la banda.